SANTA CRUZ TENERIFE 24 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los cuerpos de la mujer y su hijo de diez años desaparecidos en la tarde de ayer en el municipio de Adeje, en Tenerife, han sido encontrado muertos en el interior de una cueva situada entre el Barranco del Burro y el Barranco del Infierno. Un amplio dispositivo formado por más de cien personas llevaba todo el día buscándolos por tierra y aire en la zona rural de La Quinta de Ifonche y finalmente han sido hallados sin vida.
La causa ha quedado bajo secreto de sumario y las diligencias se están tramitando bajo competencia del Juzgado de violencia sobre la mujer número 1 de Arona, según han informado fuentes judiciales.
En el dispositivo, activado desde las once de la mañana, participaban agentes de la Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local, así como efectivos del Consorcio de Emergencias de Bomberos y dos helicópteros, uno de ellos perteneciente al Grupo de Emergencias y Salvamento (GES) del Gobierno de Canarias, al que se sumó una unidad de tierra.
Los hechos ocurrieron ayer martes, sobre las cinco de la tarde, cuando un niño de cinco años, hijo y hermano de los desaparecidos, fue encontrado por unos vecinos en la zona de La Quinta. Al parecer, el menor se encontraba en estado de shock y no hablaba español, por lo que se tuvo que contactar con una vecina que hablaba su idioma. El menor contó que su padre les había llevado a una cueva, donde les habría agredido, y él pudo salir huyendo, por lo que inmediatamente se dio aviso a la Policía Local de Adeje.
El hombre fue localizado posteriormente en su casa, situada en el casco de Adeje, donde fue detenido, y por el momento se había negado a decir dónde se encontraba el resto de su familia, todos de nacionalidad alemana. La vivienda también fue registrada por parte de la Guardia Civil. En el caso del menor, éste se encuentra bajo tutela judicial.
En declaraciones a los medios, el alcalde de Adeje, José Miguel Rodríguez Fraga, ha indicado que, al parecer, el padre vivía en el municipio, aunque no estaba empadronado, y su familia iba y venía a la isla para visitarlo. Hasta ahora, las hipótesis apuntaban a un presunto delito de violencia machista, si bien no consta ninguna denuncia por malos tratos, por lo que habrá que esperar a que termine la investigación.