SANTA CRUZ DE TENERIFE 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
Nuevos hallazgos de un equipo de investigadores del Departamento de Geografía e Historia y del grupo de Ecología y Biografía Insular de la Universidad de La Laguna arrojan luz sobre el impacto de las variaciones climáticas y las actividades humanas en los bosques tropicales de la isla de So Tomé, en el Golfo de Guinea, durante los últimos 14.000 años.
Se asumía que la influencia reguladora del mar había mantenido los bosques de So Tomé estables durante cambios climáticos a largo plazo, y que la colonización humana había tenido impactos mínimos en la cima de la isla. Sin embargo, la investigación reciente liderada por el investigador postdoctoral Álvaro Castilla Beltrán, junto con Lea de Nascimento y José María Fernández-Palacios, y un equipo internacional, sugiere lo contrario.
A través de un examen exhaustivo de un registro de sedimentos de 14.000 años de antigüedad, recogido en un cráter volcánico en los bosques montanos de So Tomé, se evidencian grandes transformaciones en estos paisajes tropicales derivados de cambios climáticos e impactos humanos.
"Nuestros descubrimientos desafían la noción de que los bosques tropicales de las Islas del Golfo de Guinea permanecieron estables a lo largo del tiempo, mostrando una historia compleja de incendios forestales y cambios en la vegetación. A largo plazo, estas modificaciones se debieron a cambios climáticos, y más recientemente, desde que los humanos llegaron a esta isla hace unos años, nuestros hallazgos sugieren que el uso colonial del paisaje jugó un papel fundamental en dar forma a estos bosques, principalmente a través del fuego y las especies introducidas", asegura Castilla Beltrán.
Esta investigación, financiada por la Quaternary Research Association y respaldada por la beca posdoctoral Margarita Salas (fondos de la UE para la NextGeneration), acaba de ser publicada en la revista Quaternary Science Reviews.
Este artículo es el resultado de esfuerzos de investigación que comenzaron en 2017 e involucraron una expedición al impresionante cráter donde se encuentra la 'Lagoa Amélia', ubicada a 1.400 metros sobre el nivel del mar. Después del trabajo de campo, el equipo llevó a cabo múltiple análisis en el laboratorio para proporcionar varias líneas de evidencia de los cambios de paisaje, incluyendo granos de polen, partículas de carbón y la composición de los sedimentos.
Desentrañar el impacto histórico de los cambios climáticos globales y la huella humana en los amenazados bosques de estas islas tropicales representa un gran reto, aseguran los investigadores de la Universidad de La Laguna. Los registros instrumentales, como los datos satelitales, proporcionan solo décadas recientes de información, y los sitios arqueológicos son difíciles de localizar en bosques densos como los de la isla de So Tomé.
Por lo tanto, los granos de polen y otros microfósiles de registros de sedimentos bien conservados son valiosos para descubrir la historia ambiental de regiones insulares donde hasta ahora no existían estudios científicos, añaden.
El estudio es el primero de su tipo en las Islas del Golfo de Guinea, proporcionan evidencias de base para la investigación arqueológica y ecológica en la región, y establecen un punto de referencia histórico desde el cual entender las interacciones humanas actuales con el medio ambiente en estados insulares pequeños como So Tomé y Príncipe.