SANTA CRUZ DE TENERIFE 17 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un estudio, encargado por el Cabildo de Tenerife dentro de las acciones previstas en el Marco Estratégico de Actuaciones en Políticas de Igualdad de Género Tenerife Violeta, ha detectado que la falta de recursos para dependientes, en este caso menores de 3 años, mayores de 65 y personas con discapacidad, obstaculiza el acceso de las mujeres al empleo y a la conservación de su puesto de trabajo ya que son normalmente ellas las que se encargan de estos cuidados.
Así lo ha dado a conocer este jueves la consejera insular de Igualdad, Estefanía Castro, en la presentación de este estudio realizado en el área metropolitana que sirve como "un diagnóstico real para poder planificar estrategias de forma eficiente".
Castro, que ha estado acompañada por tres de las cuatro concejalas de Igualdad de los municipios que han sido objeto de investigación, ha avanzado que el Cabildo tiene previsto elaborar un estudio similar centrado en el Sur.
Las concejalas de Igualdad de Santa Cruz, Marisa Zamora; La Laguna, Flora Marrero, y El Rosario, Ángeles Rodríguez, han agradecido al Cabildo su esfuerzo por realizar este estudio que servirá a cada uno de los municipios para evaluar particularmente su situación y optimizar los recursos.
La investigación, realizada a partir de 1.000 entrevistas a personas de diferentes perfiles, concluye que la oferta de servicios públicos y privados orientados a los dependientes se sitúa por debajo de la media recomendada.
En el caso de los menores, por ejemplo, la Unión Europea recomienda un índice de cobertura del 33% cuando el porcentaje en el área metropolitana es del 25,53 %, y algo similar sucede con las personas dependientes mayores de 65 años, que conforman actualmente un 15 por ciento de la población total de la zona.
El índice de cobertura tanto en centros de atención residencial como en centros de día es del 3,29%, muy por debajo del 5 % que estipula la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En el área metropolitana viven 22.170 personas con certificado de dependencia que presenta algún tipo de discapacidad mientras que los recursos disponibles solo atienden a aproximadamente 10.000, con lo que el índice de cobertura apenas supera el 45%.
CONCILIACIÓN DE LA VIDA LABORAL Y FAMILIAR
Este desajuste entre la oferta y la demanda provoca que sea muy difícil la conciliación de la vida laboral y familiar para aquellas personas, normalmente mujeres, que deben atender a personas dependientes y que, por este orden, demandan más servicios e infraestructuras destinadas al cuidado de mayores seguidos de centros para niños y personas con discapacidad, recoge el estudio.
Asimismo, define también los principales obstáculos con los que se encuentran las mujeres en relación con la conciliación: la disponibilidad y dedicación horaria, el reparto desigual de las responsabilidades en el cuidado de los dependientes y la creencia de que la conciliación es un asunto que tienen que resolver exclusivamente las mujeres.
Por ello, expone que la corresponsabilidad acaba no ejerciéndose y muchas mujeres tienen que dejar su puesto de trabajo o reducir su jornada laboral para atender a un familiar en situación de dependencia.