Los contrarios citan su reconocimiento legal y formativo, mientras los favorables la unificación internacional o que explica mejor su labor
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 28 Ago. (EUROPA PRESS) -
Expertos en la prevención de ahogamientos chocan sobre el uso en España del término socorrista y la conveniencia o no de adoptar el americanismo guardavidas ('lifeguard') que surgió en América Latina, como un término más ajustado a la realidad y el trabajo del socorrista acuático.
La plataforma 'Canarias, 1500 km de costa' ha sondeado, por ejemplo, al médico brasileño David Szpilman, número uno en el mundo en la investigación y prevención del ahogamiento; al vicepresidente de bandera Azul España, José Palacios; el profesor universitario de Argentina, Martín del Gaiso; al presidente de AETSAS, Luis Miguel Pascual; o a José Antonio Verona, de Cruz Roja, entre otros.
Para Szpilman, por ejemplo, director médico de la Sociedad Brasileña de Salvamento Acuático y autor de la 'Cadena de supervivencia universal Szpilman', el término guardavidas "habla de un profesional que no está para salvar sino para guardar, para prevenir y evitar que los ahogamientos acontezcan". "Es la forma ideal para definir a estos profesionales y es un término internacional: 'lifeguard'", apunta.
UNIFICAR CRITERIOS INTERNACIONALES
Palacios (Bandera Azul), considera positivo "unificar criterios internacionales" y cree que el termino guardavidas "define mucho mejor el trabajo de un profesional que se encarga principalmente de prevenir y vigilar, que es posiblemente, más del 99% de su trabajo".
"Un socorrista [etimológicamente] está para prestar socorro y su intervención sucede ante un accidente. Sin embargo, la inmensa mayoría de los profesionales que nos dedicamos a esta profesión, ya sea como profesor, investigador o guardavidas, insistimos en la necesidad de evitar accidentes por haber puesto todas las medidas preventivas necesarias. Todo esto justifica, en mi opinión, la necesidad de comenzar a utilizar la palabra guardavidas", apunta.
Mientras, el doctor de la Universidad de Vigo, coordinador del Grupo de Investigación Rendimiento y Motricidad en Salvamento y Socorrismo (REMOSS), Roberto Barcala, se decanta por salvaguardar el término socorrista, "que es como se conoce esta profesión en España y así está recogida en dos reales decretos, referidos a los de las cualificaciones profesionales".
EL 99% DEL TRABAJO ES PREVENCIÓN
"El 99% de su trabajo es prevención. Por tanto salvaguardar la integridad de las personas. El valor del socorrista es como un iceberg. Solo se ve la punta (el rescate), pero es mucho más valioso. Por ello debemos divulgarlo", defiende.
Para Barcala, "este debate sobre el nombre puede hacer perder el foco de otras cosas más relevantes" y considera que "lo más importante" es "el enfoque del socorrista como agente de prevención".
El docente universitario, director de la diplomatura en instructor de salvamento acuático y RCP por la Universidad Atlántida (Argentina), Martín del Gaiso recordó que en su país "antes del guardavidas existió 'el bañero', cuya función era cuidar a los bañistas". Ahora, razona, un guardavidas es "un profesional de la salud que tiene una carrera meramente armada de, por lo menos, un año de formación, además de una serie de conocimientos y técnicas que no tenía el bañero".
Así que a él le gusta la palabra guardavidas aunque confiesa que "será muy difícil que la palabra 'socorrista' cambie por 'guardavidas', por lo menos en Europa o en España".
LOS CONTRARIOS AL CAMBIO CITAN SU RECONOCIMIENTO PÚBLICO Y FORMATIVO
Para el responsable de la seguridad acuática de Cruz Roja en las playas de Maspalomas o El Inglés, entre otras de la Comarca Sur de Gran Canaria, José Antonio Verona, el socorrista "es la persona que está vigilando tanto el agua como el medio terrestre" y que en Canarias, por ejemplo, con el nuevo Decreto aprobado, la actividad "se está profesionalizando mucho más, unido al Ciclo de Grado Medio de Socorrismo en Espacios Naturales Abiertos, que formará a un técnico en salvamento acuático o socorrismo acuático". Así que su apuesta en mantener este término.
Para el presidente de la Asociación Española de Técnicos de Salvamento Acuático y Socorrismo (AETSAS), Luis Miguel Pascual, "España es una potencia turística y cada vez más se aprecia, al menos en los ámbitos más turísticos, la coexistencia o incluso la prevalencia del término 'lifeguard' frente al de socorrista".
Confiesa Pascual que "en 1995 estábamos debatiendo sobre cómo debería llamarse nuestra Asociación AETSAS y gran parte de ese debate surgió porque estábamos convencidos de que el término socorrista no reflejaba la realidad de lo que es un socorrista acuático: un profesional que se somete a un proceso de formación para especializarse en prevención y rescate acuático. Escogimos entonces para reflejarlo la denominación: 'Técnico en Salvamento Acuático y Socorrismo' o, de manera más abreviada, 'técnico Socorrista'". "Sin embargo, esta denominación no ha arraigado y el término 'salvamento', al menos en España se utiliza principalmente en referencia a las operaciones de rescate marítimo", reconoce.
A efectos prácticos, su propuesta para España es que se utilice socorrista o técnico socorrista conjuntamente con 'lifeguard', de manera global, y especialmente en todas las zonas turísticas. "El término inglés puede actuar en este caso como un referente y aglutinador común", argumenta.
"UN GUARDAVIDAS VELA POR LA SEGURIDAD"
El coordinador del Servicio de Socorrismo de las playas del municipio tinerfeño de Santiago del Teide, Adolfo García Jiménez, se siente "más identificado con guardavidas, que se entiende por la figura de un profesional que vela por la seguridad, tanto en la prevención como en la acción de un rescate".
"El término socorrista, cuya raíz viene de socorrer, solo refleja la parte de la acción en el rescate, dejando exento el valor incuestionable de la prevención para evitar los accidentes acuáticos", asevera.