Giselle Chang Vargas recibe el Premio Tenerife a la investigación de la artesanía

NOTA DE PRENSA Y FOTOGRAFÍAS: ARTESANÍA PREMIO TENERIFE
EUROPA PRESS/TENERIFE
Actualizado: miércoles, 23 noviembre 2016 10:45

SANTA CRUZ DE TENERIFE 23 Nov. (EUROPA PRESS) -

La costarricense Giselle Chang Vargas recibió ayer martes el 'Premio Tenerife al Fomento y la Investigación de la Artesanía de España y América' por un trabajo de investigación que analiza el impacto turístico en las transformaciones del capital material y simbólico del pueblo Brunca y Curré. En este acto, también se rindió homenaje al maestro artesano de la imaginería Antonio Giménez Martínez.

El presidente del Cabildo, Carlos Alonso, felicitó a la premiada por su "interesante y completo trabajo de investigación que toma como base el patrimonio cultural indígena" y destacó el esfuerzo y la dedicación del maestro artesano, entre cuyas obras se encuentra la Macarena santacrucera. El acto contó con la presencia de los vicepresidentes, Cristina Valido y Efraín Medina, que valoraron el trabajo realizado por los dos protagonistas de la noche en favor de la artesanía, en su fomento y difusión.

Esta distinción insular, que cumple su vigésimo sexta edición, tiene como objetivo la defensa, revalorización y promoción de las artesanías iberoamericanas, y reconoce a aquellas personas que han dedicado investigaciones, estudios y proyectos encaminados a la consecución de estos fines. La ganadora obtiene 6.578 euros, pergamino y medalla conmemorativa.

El interés del estudio realizado por Giselle Chang Vargas 'Imaginario turístico y transformaciones del patrimonio cultural indígena: las artesanías y artes bruncas' radica en conocer el impacto del turismo en las transformaciones simbólicas que se han producido desde 1975 en el proceso de producción, distribución y consumo de cierto tipo de bienes culturales de valor patrimonial: las artes y artesanías indígenas del pueblo conocido como brunca o boruca, uno de los ocho pueblos indígenas de Costa Rica, que desde una fase temprana inició el proceso de transculturación, pues fue catequizado desde el siglo XVII.

Los trabajos que optaban a este galardón debían tratar sobre las artesanías y las artes populares de España, Portugal o de alguno de los países de habla española y portuguesa, contemplando cualquiera de sus múltiples vertientes, como puede ser la investigación, la recuperación de artesanías desaparecidas o en vías de extinción, la promoción, comercialización u otros aspectos que incidieran en el sector.

Los criterios que se han tenido en cuenta a la hora de la elección han sido la originalidad del contenido, la proyección científica y social del tema, el desarrollo de los objetivos y las conclusiones, y la redacción, el estilo, la presentación y los soportes gráficos y audiovisuales. En base a ello, entre los trabajos finalistas se encontraban, también, 'Reconocimiento del valor biocultural de la producción artesanal a través del intercambio de saberes. El caso de los textiles de lana en Tlaquilpa, Veracruz', 'Donde el diablo perdió la cola. Estética indígena en un pueblo purépecha', y 'Artesanos de oficios en el centro histórico de la ciudad de México'.

El 'Premio Tenerife al Fomento y la Investigación de la Artesanía de España y América' se instituyó en 1990, y desde entonces han participado numerosos investigadores de casi todos los países iberoamericanos, con temáticas variadas y en todos los campos relacionados con la artesanía. Esto ha supuesto la aportación de importantes conocimientos que servirán de apoyo para nuevos estudios y para la formación de nuevas generaciones de artesanos.

Es importante resaltar que toda la documentación que se ha recopilado a lo largo de los años, que supone más de 200 trabajos y tesis doctorales, se encuentra en el archivo-biblioteca del Museo de Artesanía Iberoamericana, en La Orotava, para su estudio y consulta por parte de estudiantes e investigadores.

MAESTRO ARTESANO

Antonio Giménez Martínez nació en 1929 en La Zubia, provincia de Granada. Comenzó a trabajar de aprendiz en el taller de Benito Barbero, ilustre escultor imaginero granadino, en 1942, en plena manifestación creativa del llamado neo-barroco andaluz de la imaginería religiosa del siglo XX.

Este maestro pulió las manos y la sensibilidad de Antonio, con los primeros elementos que el hombre ha elevado a la categoría de arte: la tierra y el agua; y le enseñó las técnicas del tratamiento del barro. Así fue cómo comenzó sus estudios en la prestigiosa Escuela de Artes y Oficios Artísticos de Granada, dirigida por el pintor Gabriel Morcillo Raya, como alumno becario, para formarse en la forja y fundición, y más tarde en el modelado y vaciado, el dibujo artístico, y el dorado y policromado.

Cuando contaba 17 años de edad empezó a trabajar con Nicolás Prados López, con el que se perfecciona en la preparación del dorado y policromado de las piezas, para seguir con el tallado de la madera y la escultura de la piedra y del mármol. Su etapa granadina terminó ahí. Y con 27 años cogió el tren que le llevaría a Cádiz para embarcar en el 'Plus Ultra', rumbo a Tenerife.

Al año de su llegada se independizó por cuenta propia, y pronto los encargos comenzaron a llegar, y el prestigio de Antonio 'el granadino', como le apodaron, fue adquiriendo más y más relevancia debido al reconocimiento de la calidad artística de sus trabajos, cuyo buque insignia es la Macarena santacrucera, a a que le siguieron otras obras como el Cristo de La Esperanza, y el Cristo de Fañabé; o San José de Calasanz y San Pompilio María Pirrotti.

En 1973 se le concedió la medalla a la artesanía superior, adjudicada por la Obra Sindical de Artesanía Española, a partir de la cual y como maestro artesano, pasa a presidir los tribunales para la concesión de la carta de artesano en la provincia de Tenerife. Actualmente, forma parte del comité evaluador de la capacitación para la concesión del carné de artesano del Cabildo de Tenerife.