SANTA CRUZ DE TENERIFE 4 Oct. (EUROPA PRESS) -
El estudio multidisciplinar y de alta resolución en el yacimiento Abric del Pastor (Alicante, Alcoy), en el que participa la Universidad de La Laguna, ha permitido aislar una ocupación singular de un grupo neandertal y ha posibilitado reconocer sus principales características, lo cual es clave para la comprensión del modo de vida de estas poblaciones cazadoras-recolectoras.
Una de las principales dificultades que ha afrontado la investigación en este sentido es identificar en los yacimientos arqueológicos las evidencias de una ocupación humana singular. Esto no ha sido posible hasta ahora y, a menudo, los marcos analíticos habituales en la arqueología paleolítica no son los adecuados para responder a preguntas relacionadas con el comportamiento humano, porque en ellos se mezclan múltiples campamentos, diversos y separados en el tiempo. Es lo que se conoce como efecto palimpsesto, que fusiona restos de diferentes épocas en un solo conjunto, otorgando una aparente sincronía a lo que, en realidad, se fue acumulando a lo largo de siglos o incluso milenios.
Es el resultado de la suma de múltiples y diversas actividades protagonizadas por grupos humanos heterogéneos que jamás tuvieron relación alguna. Consecuentemente, resolver la escala temporal y espacial de la actividad humana en el Paleolítico es uno de los retos más difíciles que enfrenta actualmente la arqueología prehistórica.
En El Salt y en el Abric del Pastor, dos yacimientos neandertales ubicados en la localidad de Alcoy, un equipo liderado por profesorado de la Universidad de La Laguna (Bertila Galván, Carolina Mallol y Cristo Hernández) lleva desde 2011 asumiendo la búsqueda de soluciones a este problema, desarrollando una línea de investigación que combina la disección de palimpsesto con una arqueología microscópica y molecular de alta resolución.
Este equipo había conseguido hasta ahora importantes avances abordando el estudio del registro a partir de marcos temporales más estrechos que comenzaban a ofrecer una imagen más nítida de cómo podrían ser las ocupaciones singulares de estos campamentos de cazadores recolectores que vivieron hace más de 50.000 años. Sin embargo, con el artículo que se ha publicado ahora en Scientific Reports, liderado por Santiago Sossa y en el que participan también las universidades de Valencia, Alicante, Rovira i Virgili y el Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social, se da una vuelta de tuerca, sin precedentes, al presentar un trabajo multisdisciplinar que ha permitido aislar una de estas ocupaciones singulares.
Este importante resultado representa, probablemente, la foto más cercana que tenemos de un grupo neandertal y su vida diaria. El estudio ha permitido conocer qué actividades realizó un mismo grupo, arrojando luz sobre su comportamiento espacial (actividad en torno al fuego) y sobre las actividades realizadas (talla lítica y carnicería de partes apendiculares de un solo ciervo).
"Si conseguimos continuar con este enfoque tendremos una reconstrucción más cercana de las realidades humana en el pasado", aseguran los investigadores. Hasta ahora, la mayoría de los estudios sobre neandertales se aproximaban a sus materiales desde la unidad estratigráfica, formada durante cientos o miles de años, lo que genera una visión mezclada y homogénea de su comportamiento. "Es el momento de cambiar el paradigma y hacerlo desde la alta resolución", concluyen.