SANTA CRUZ DE TENERIFE 26 Mar. (EUROPA PRESS) -
La exposición 'Benito Pérez Galdós. La verdad humana', muestra sobre el escritor que inventó la imagen moderna del ser humano, se podrá visitar en las salas 'Cabrera Pinto' de La Laguna desde este sábado al 15 de agosto.
Comisariada por Germán Gullón y Marta Sanz, se exhiben más de doscientas piezas que provienen de diversas instituciones públicas y de colecciones privadas y persigue mostrar el mundo en transformación que va forjando la polifacética personalidad del escritor canario (Las Palmas de Gran Canaria, 1843- Madrid, 1920).
La muestra, organizada por el Gobierno de Canarias, la Biblioteca Nacional de España, Acción Cultural Española, con la colaboración del Cabildo de Gran Canaria, llega a las salas 'Cabrera Pinto', en La Laguna, tras ser disfrutada en la madrileña Biblioteca Nacional por más de 70.000 personas, y la Casa Museo Pérez Galdós de la capital grancanaria.
La exposición que se abre al público este sábado y se clausura el 15 de agosto, forma parte central del amplio programa denominado 'Canarias, la tierra de Galdós', dedicado a conmemorar el centenario del fallecimiento del escritor, a lo largo de 2020 y 2021.
La presentación ante los medios de comunicación corrió a cargo del viceconsejero de Cultura, Juan Márquez y el comisario Germán Gullón, catedrático emérito de Literatura Española.
"Es una oportunidad para conocer al Galdós humano", señaló Márquez, "y entender la importancia de la educación, de las artes, del pensamiento ilustrado y de su compromiso político y civil a través del valor de la obra literaria como mejor defensa de las ideas".
En cada una de las sedes --Madrid, Gran Canaria y ahora Tenerife-- la exposición ha ido cambiando.
"Cada una tiene su razón de ser, pero las tres son una celebración maravillosa de lo que fue la obra y la vida de este ser tan extraordinario que fue Don Benito Pérez Galdós", matiza Germán Gullón, comisario de la gran muestra junto a Marta Sanz, escritora y Doctora de Literatura Contemporánea.
En la muestra se exhiben más de doscientas piezas que provienen de diversas instituciones públicas y de colecciones privadas _manuscritos, libros, fotografías, pinturas, mobiliario, objetos personales_, teniendo la oportunidad de transitar por los episodios más relevantes de su vida, desde el nacimiento en Las Palmas de Gran Canaria hasta su muerte, cuando el pueblo de Madrid salió a la calle para rendirle un homenaje, multitudinario y conmovedor, "al hombre que mejor había dado cuenta tanto de sus costumbres, de su idiosincrasia plural y mestiza" señala su comisario.
La exposición persigue mostrar todas las caras de Galdós y se centra en su vida y obra, pero, sobre todo, en el contexto que le hizo ser lo que fue, un genio.
"PONER A GALDÓS EN COLOR"
"Todo el mundo ve al escritor en blanco y negro, pero él veía en color y eso he pretendido mostrar, poner a Galdós en color", comenta el comisario, para quien la muestra propone al público "no solo el retrato de un escritor, sino de un autor distinto, un genio y el hombre más importante hasta 1920 de la cultura española".
Las salas Cabrera Pinto, a juicio de Germán Gullón, "resultan un escenario único para esta exposición del Centenario, pues el Instituto de Enseñanza Media del que forma parte, fue donde Galdós tomó los exámenes de bachillerato, curiosamente, aún se conserva su título de Bachiller, porque nunca tuvo oportunidad de venir a recogerlo".
Este hecho constituye el principal hito del paso de la exposición por la Laguna, ya que "hemos podido incluir toda esta documentación relacionada con su paso por el Instituto", destacó.
En cuanto a la distribución del espacio expositivo, Gullón indica que "las dos salas de la muestra están unidas por el espectacular patio de los naranjos y el visitante sube por una rica escalera de piedra a la segunda planta, en cuya sala se inicia la exposición, que continúa en la sala de la primera planta".
De esta forma, se podrán conocer los estudios y lecturas de Galdós, su aprendizaje con Francisco Giner de los Ríos, apreciar su curiosidad por la cultura europea que marcó su estilo, junto a la impronta cervantina, su profundo humanismo y capacidad de comprensión del otro, que lo convierte en un autor muy cercano, muy nuestro y, a la vez, universal.
"Sus amores y sus amistades están presentes en la exhibición porque, en mayor o menor medida, han dejado huella en una obra que reinventó la novela escrita en español y también hizo incursiones en la crónica y el teatro. Todos estos aspectos, además de las relaciones con la política, con el arte de su época y, por supuesto, la vigencia de la figura galdosiana en la narrativa española actual, aparecen representados", añade Gullón.
DESDE LA INFANCIA HASTA SU CONSAGRACIÓN
El recorrido sitúa al espectador desde la infancia del escritor vivida en Las Palmas de Gran Canaria, sus tanteos en el arte de narrar, su consagración como novelista y su relación con el arte, continuando con un escritor que evoluciona hacia estilos cada vez más personales y versátiles; su papel como renovador del teatro español; su familia y sus amores; y con la gran despedida nacional que se le dispensó tras su muerte.
Contempla, también, la actualidad y la impronta que Galdós ha dejado en la cultura, a través de la exhibición de diferentes carteles de películas basadas en obras del literato universal, y del documental de la directora Arancha Aguirre, en el que podremos escuchar la influencia que el escritor grancanario ha tenido y tiene sobre la obra de seis escritoras y escritores contemporáneos.
La principal aportación de Benito Pérez Galdós a la cultura española fue inventar una imagen moderna del ser humano, que superaba la forjada a base de los arquetipos mentales y dualidades predominantes impuestos desde el Renacimiento: razón y corazón, mente y emociones, espíritu y cuerpo.
Estos contrastes habían determinado los vaivenes de un campo intelectual colonizado por esa ideología que hizo prevalecer la superioridad del espíritu (lo noble) sobre el cuerpo (lo innoble) y contribuyó al desequilibrio, personal y colectivo, de la sociedad española.
Pérez Galdós ofreció en sus obras literarias un modelo de ser humano real, verdadero, en sintonía con su contemporaneidad, que a la vez no renunció a la herencia literaria del Siglo de Oro y, muy especialmente, a la del universal personaje cervantino, don Quijote de la Mancha, cuyo poder de imaginación podía doblegar las preocupaciones materiales.
Así, sus quijotes decimonónicos ya no serán hidalgos, sino abogados, empleados, médicos, comerciantes, profesores, maestros, y mujeres admirables.