El Teleférico del Teide sustituye varias de sus torres de suspensión por otras más modernas y respetuosas con la estétic

Actualizado: sábado, 3 noviembre 2007 17:00

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 3 Nov. (EP/IP) -

El Teleférico del Teide está protagonizando una serie de obras de mejora y de sustitución de las torretas que permiten el ascenso de sus cabinas con el objetivo de continuar certificando la total seguridad de sus servicios. Aunque los trabajos han comenzado hace cerca de un mes, ha sido durante la jornada del pasado viernes cuando una de las torres del teleférico, más concretamente la tercera en sentido ascendente de las cuatro que lo elevan, comenzó a ser preparada para su sustitución, en breve, por otra nueva. Próximamente se hará lo mismo con la cuarta y más alta de estas estructuras.

Según el ingeniero de la empresa Teleférico del Teide, Miguel Pintor, las nuevas torretas reúnen las últimas mejoras en su seguridad y estabilidad, además de cumplir con unos compromisos estéticos más acordes con el entorno, al resultar menos visibles. De hecho, las sustitutas serán "torres más esbeltas, con perfiles más ligeros y estéticamente más discretos para no interferir en el espectáculo visual que ofrece el Teide y poder ser más respetuosos con el medio". Estas torretas podrán soportar a la perfección las inclemencias del tiempo o las fuertes rachas de viento que pueden sufrir a estas alturas y que no afectarán a su estructura.

Pintor explica que, normalmente, las torres tienen una vida útil de unos cuarenta años, por lo que la empresa Teleférico del teide decidió recientemente su renovación dado que las actuales databan, aproximadamente, del año 1963. Las extremas temperaturas que soportan recomiendan la ubicación, en su lugar, de otras renovadas para evitar el envejecimiento de las estructuras que permiten el transporte aéreo de la cabina. Estas torres, de unos cincuenta metros de alto, son las que mantienen sujeto y estable el cable que permite el traslado del teleférico sobre el suelo, a una velocidad máxima de ocho metros por segundo, desde la base a la estación terminal de La Rambleta, a 3.550 metros de altura, en unos ocho o diez minutos. Este recorrido supera los 2.480 metros.

Aunque ya llevan casi un mes preparando el cambio de las torres, es en este momento cuando la reforma llega a su punto álgido, por lo que el Teleférico ha tenido de dejar de prestar servicio durante todo el pasado jueves, labor que continuó a partir de las cuatro de la tarde del viernes, cuando volvió a paralizar el traslado de usuarios.

Las nuevas torres están ancladas exteriormente a las antiguas hasta el instante en el que se les reintegre el servicio, momento en el que se eliminarán los restos de la estructura previa. Por el contrario, no se va a sustituir la cabeza de las torres, cuyo cambio no es, por el momento, necesario. Asimismo, estas construcciones poseen, en su interior, conexiones de fibra óptica que permiten, entre otras funciones, el funcionamiento de las cámaras de seguridad o la transmisión de datos a través de ellas.

Las próximas torres en ser renovadas lo harán a partir del mes de mayo o junio de 2008, dado que durante el invierno no se puede trabajar en ellas debido a las condiciones extremas de temperatura. "Las labores son complicadas pues estamos hablando de la construcción y puesta en marcha de grandes estructuras de acero, por lo que la sustitución se tendrá que demorar algo en el tiempo", explica Pintor.

La altitud es un problema añadido a la hora de efectuar estas labores de sustitución sobre el terreno. De hecho este aspecto puede modificar y alterar la precisión de los equipos empleados por los trabajadores, cuyo número supera la veintena, puesto que la maquinaria eléctrica necesaria para los empalmes de la fibra óptica no responde igual que en condiciones menos extremas, lo que ralentiza cualquier tipo de labor profesional. Por lo tanto, la paciencia y las largas horas de trabajo son necesarias para que pueda llevarse a cabo con la máxima eficacia esta labor "necesaria y positiva", según Pintor, para poder contar con estructuras resistentes y que hayan superado las pruebas y requisitos más exigentes para este servicio, impartido en el Parque Nacional del teide, que permite ascender hasta muy cerca del pico de este estratovolcán de 3.781 metros, a cuyo Parque Nacional la Unesco ha reconocido como "uno de los lugares más ricos y diversos en sucesión de paisajes volcánicos y espectacularidad de valores naturales de todo el mundo".

Aunque se espera que los trabajos en esta torre terminen en los próximos días, para la finalización total de la sustitución de las cuatro torretas habrá que esperar al verano de 2008.