LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 14 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) ha realizado un estudio para conocer cómo se integra una planta desaladora de agua por ósmosis inversa --proceso por el cual se purifica el agua eliminando las partículas en suspensión que pueda contener--, en la central hidroeléctrica de bombeo que se construye en el área de Chira-Soria.
Así lo ha informado la institución educativa, que agrega que Juan Carlos Lozano Medina, Alejandro Ramos Martín, Vicente Henríquez Concepción, Federico León Zerpa y Carlos Alberto Mendieta Pino, adscritos al Departamento de Ingeniería de Procesos, son los autores del artículo en el que se ha plasmado esta investigación.
El análisis parte de la necesidad de encontrar soluciones para fortalecer un sistema eléctrico que, por la propia naturaleza archipelágica de Canarias, es un sistema aislado y, por tanto, dependiente de sí mismo para la producción de energía.
De esta manera, en la actualidad Gran Canaria depende de combustibles fósiles para la generación del 81% de la energía que consume, mientras que el 19% restante procede de fuentes eólicas y solares.
En este contexto, al que se suma la parcial obsolescencia del sistema, la incorporación de la central hidroeléctrica de bombeo Chira-Soria supone un cambio relevante en el sistema eléctrico de la Isla, ya que se propone almacenar energía mediante la acumulación de agua a gran altura para posteriormente mover turbinas que generen esa energía.
Dada la gran cantidad de agua que se necesita para ello, los investigadores se proponen conocer cómo lograr un suministro suficiente de agua para dicho fin mediante la producción de agua a demanda a través de una desaladora de agua de mar por ósmosis inversa, una infraestructura que, además, sea de bajo consumo energético.
Esta planta de desalación está contemplada dentro del proyecto de Chira-Soria, con una capacidad para producir unos 5 millones de litros de agua desalada al día.
Finalmente, el uso de la técnica de ósmosis inversa reduce el coste energético de la infraestructura frente a otros métodos de desalación.