SANTA CRUZ DE TENERIFE 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
El uso de herramientas genéticas y genómicas ayudan a entender cómo han evolucionado y diversificado las distintas plantas, como puede ser en el caso de Canarias, donde hay muchos endemismos que se caracterizan por tener un tipo de polinizador específico. Estudiar esos mecanismos permite desentrañar cuáles son las bases de esos cambios y comprender los procesos de especiación y de diversificación en otras plantas con flores.
Así lo plantea el investigador Javier Fuertes, investigador del CSIC y del Real Jardín Botánico de Madrid, así como pionero en el uso de herramientas moleculares en el RJB-CSIC y quien ha desarrollado importantes contribuciones al estudio de aspectos como la hibridación, filogeografía, filogenia y biogeografía de especies de plantas con flores.
Actualmente colabora también con el proyecto Nextgendem del Jardín Botánico Canario Viera y Clavijo, donde sus anteriores investigaciones han contribuido a alcanzar la hipótesis del artículo 'Hipótesis del incremento de endemicidad del Pleistoceno tardío', recientemente publicado en Journal of Biogeography.
En una entrevista en la revista 'Greentank' recogida por Europa Press, Javier Fuertes señala que, aparte de la colaboración en Nextgendem, en la actualidad están desarrollando un proyecto de investigación, el proyecto Nextpol, que intenta averiguar cuáles son los genes de las plantas que cambian cuando cambian los polinizadores.
"En Canarias nos encontramos con especies que están polinizadas por aves y por insectos y que están emparentadas entre sí. Si estudiamos con herramientas de genómica y transcriptómica cuál es la fracción del genoma que se expresa en cada tipo de flores, podemos ver cuáles son los genes que permiten la adaptación de las distintas especies a cada tipo de polinizador", explica.
Según apunta Javier Fuertes, cada ser vivo tiene secuencias de genes características que permiten identificarlo: "Podemos comparar estos genes entre distintas especies y elaborar un tipo de 'árbol genealógico', el árbol filogenético, que nos ayuda a saber en qué momento de la evolución y en qué lugar se originaron. El uso generalizado de herramientas genéticas y genómicas muy potentes nos ayuda a entender cómo han evolucionado y cómo se han diversificado las distintas plantas.
El investigador destaca que, precisamente, la adaptación a distintos polinizadores es uno de los motores que promueve la diversificación de las plantas en un determinado entorno. "Por ejemplo, en Canarias hay muchos endemismos que se caracterizan por tener un tipo de polinizador específico. Cuando estudiamos esos mecanismos, podemos desentrañar cuáles son las bases de esos cambios y comprender los procesos de especiación y de diversificación en otras plantas con flores", comenta el experto.
Fuertes incide en que el hecho de conocer el genoma permite averiguar cuáles son las relaciones de parentesco entre las distintas especies endémicas de Canarias: "Esto es de lo que trata la filogenética, en elaborar árboles de parentesco entre las distintas especies. El problema es que las plantas tienen unos genomas que son entre 10 y 1.000 veces más grandes que el genoma humano. Esto requiere procesar una gran cantidad de datos que tenemos que obtener y utilizar técnicas bioinformáticas en ordenadores muy potentes".
El investigador aclara que que el genoma de las plantas, aunque se mantenga un número constante de genes (entre 30.000 y 40.000), son de un tamaño muy grande. "La dificultad de elaborar un estudio de los genomas es que gran parte de ellos están formados por elementos repetitivos que no se traducen en proteínas, pero que en muchos casos cumplen una función estructural o reguladora de los genes muy importante. Debido a su naturaleza repetitiva, este tipo de elementos son los que nos dificultan el ensamblaje de los genomas", añade.
"Es uno de los grandes obstáculos que nos enfrentamos cuando tenemos que ensamblar los genomas de las plantas comparados con los genomas humanos o los genomas de animales y de bacterias, que son muchísimo más pequeños. Los transposones son una clase de elemento repetitivo que por su naturaleza contribuyen a los cambios dentro de un mismo genoma, incluso dentro de un mismo individuo en diferentes tejidos y órganos", sostiene el experto.