La abogada particular incide en que Almeida "de manera despiadada e inhumana mató a Álex y sació sus asquerosos deseos"

El fiscal, la abogada Alicia Redondo y el abogado de la defensa
El fiscal, la abogada Alicia Redondo y el abogado de la defensa - Antonio Muñoz - Europa Press
Actualizado: martes, 28 marzo 2023 14:30

   LOGROÑO, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -

   La abogada de la acusación particular y popular del niño Álex, Alicia Redondo, ha incidido hoy en que Francisco Martínez Almeida, "de manera despiadada e inhumana mató a Álex y sació sus asquerosos deseos".

   En la última sesión del juicio, por jurado popular, por el que Francisco Martínez Almeida se enfrenta a la prisión permanente revisable, por, presuntamente, asesinar a Álex y quince años por violarle, Rendondo ha clamado que "estamos, sin lugar a duda, ante la personificación de la maldad".

   Ha incidido en que "cada vez" que Almeida ha puesto "un pie en la calle ha violado y asesinado". En ese caso, ha recordado cómo, en el desarrollo del juicio, se ha visto que "vigilaba a los menores y éstos le sacaron una foto porque le tenían miedo".

   Los hechos que se juzgan, ha incidido, "ocurrieron de manera premeditada, estuvo varias semanas intentándolo", de hecho, "Álex en un primero momento se negó, pero insistió".

   "No hay duda de que se lo llevó a su vivienda y se aseguró de que no subiera en el ascensor con él", ha relatado indicado que "sabía que había cámaras". Después, "lo acorraló en la zona de la entrada y el dormitorio" y, así, "aparecieron huellas y fibras".

   Ya sólo el acto sexual "está penado, pero además mintió porque eyaculó" ha dicho apoyándose en las pruebas que había en el cadáver del niño donde quedaron "señales de la atrocidad".

   Almeida "apretó y apretó" el cuello "en un niño que sólo pudo luchar por sobrevivir durante unos segundos". "Les ruego que cojan un

   reloj y piensen lo que son cinco minutos comprimiendo el cuello de un niño de nueve años inconsciente", ha clamado.

   El acusado, "oiría el timbre, porque los policías estaban intentando encontrarle después de que los niños identificaran al señor del banco". Entonces, "dejó de apretar, se vistió y vistió al niño pero con la prisa de ser descubierto se le olvidaron los legins y se le olvidó subirse la bragueta".

   "Cómo se puede tener tanta desfachatez de decir que salía a pedir ayuda después de vestirlo; quien quiere pedir ayuda grita, llama por teléfono", ha clamado.

   Ha recordado cómo el psiquiatra dijo que está capacitado para almacenar recuerdos, que no constan informes con problemas mentales, así que a Almeida "no le queda otra intento desesperado que decir que consumió alcohol".

   "Tampoco", ha añadido, porque "pudo vestir a Alex y bajarlo por las escaleras en brazos" y, tras la detención, cuando lo tuvieron que evacuar para mantener su seguridad porque la gente quería lincharlo "le dijeron que corriera y vaya si corrió".

   "Quiso hacer lo que hizo porque es un depredador y sacia sus asquerosos deseos", ha dicho añadiendo que "lo que quería era agredirlo, matarlo y esconder el cadáver".

   "Cómo no va a haber animo de matar si apretó el cuello de un niño de nueve años", ha añadido señalando la "fuerza brutal" que dejó impresa en la garganta.

   Almeida, ha defendido, "sacó del parque" al niño, "lo arrebató a su familia, desplegó toda su fuerza" en un acto "de forma tan atroz que no deja a nadie indiferente".

   Lo mató, ha añadido a sus primera conclusiones antes del juicio, "para evitar que se descubriera la agresión" y, además, lo hizo en una persona "especialmente vulnerable". "Quédense con esto: un niño de nueve años sin niguna posibilidad de defensa", ha pedido al jurado.

   Los padres, ha dicho, "están muertos en vida". Ha pedido al jurado que "no tengan "problemas de conciencia, no piensen en el acusado, piensen en Álex que, un día, estaba en el parque y encontró la muerte". Además, ha advertido de que "cuando ponga un pie en la calle lo va a volver a hacer".