Investigadora UNIR aboga por facilitar un ambiente que promueva que el niño tenga opciones de juego para salir del aburrimiento explorando
LOGROÑO, 7 Sep. (EUROPA PRESS) -
La investigadora del Grupo Creatividad, Motivación y Autorregulación en el ámbito educativo (EDUCREAMA) de la Universidad Internacional de La Rioja Natalia Serrano ha apuntado cómo el aburrimiento es una puerta a pensar de forma creativa que se "pierde" al darle a un niño un móvil.
En una entrevista a Europa Press, ha explicado que aburrirse "de vez en cuanto" es bueno, pero no hacerlo "continuamente" y, sobre todo, "no en todos los ambientes".
Así, por ejemplo, "el aburrimiento en un aula es fatal, porque no hay interés, y si no hay interés no hay atención; y si no hay atención no hay aprendizaje".
Cuando surge un aburrimiento puntual, la reacción es "buscar un foco de interés" y eso puede abrir "el camino para aprender y ser creativo".
La creatividad "no es qué bien dibujo, o una idea que se me ha ocurrido; la creatividad la tenemos todos cuando entendemos un chiste, encontramos solución a un problema o damos un uso distinto a un objeto".
A este respecto, el aburrimiento "nos puede beneficiar en que nosotros aprendemos a pensar de forma creativa".
"Aprendemos porque empezamos a explorar, hacemos cosas distintas, y cuanto más pensemos de forma creativa más lo vamos a hacer de forma inconsciente", ha relatado.
Es algo que "con niños muy pequeños es muy fácil", no hay más que dejarlos. Así, por ejemplo, "en una sala de espera un niño en seguida empieza a moverse, a correr, a jugar, porque su cuerpo se lo pide; y coge una botella que, para él, es un cohete".
Si se lo permitimos, "lo que estamos haciendo es que sea autónomo y busque su propio interés" porque "cuando uno está aburrido empieza a divagar, a imaginar y a conocerse a sí mismo".
JUEGO: FUNDAMENTAL PARA APRENDER
Por eso, "es muy importante que facilitemos un ambiente que promueva que el niño tenga opciones, por ejemplo, en un viaje hacer juegos como el veo veo, o buscar coches de un color determinado, contar matrículas; pero no darle un dispositivo".
"Al final, esos juegos crean ideas y centras tu mente, exploras, porque empiezas a observar; y cuando uno observa toda la información entra por nuestro cerebro", ha indicado.
En la piscina, "se puede optar por el movimiento, por juegos de cartas... pero si se sientan con un móvil eso lo pierden". Y es que "el juego es fundamental para aprender, todas las metodologías modernas tienen el juego".
"Los mamíferos aprendemos jugando, todas las especies juegan, porque hay placer, es como te relacionas, se solucionan problemas...", ha dicho señalando que puede ser juego libre o dirigido.
PELIGRO DE LOS DISPOSITIVOS
El problema que tienen las nuevas tecnologías, "además de que enganchan, es que trabajan una sola parte del cerebro". Con ellas "siempre hacemos lo mismo y cada vez queremos más".
Se trata de algo que "limita movimiento", cuando éste es "fundamental" para los pequeños.
"Cuando uno se mueve luego es más proclive a aprender y ese aprendizaje se fija más", ha resaltado señalando que por eso muchos centros ponen la educación física al inicio de la mañana.
Los dispositivos, por otro lado, "limitan la capacidad de observación de nuestro entorno" y es "con lo que aprendemos". De este modo, "dejamos de aprender y de ser creativos".
"Necesitamos la creatividad porque nos permite afrontar problemas, ser plástico, adaptarnos a nuestro entorno y, hoy en día, con todos los cambios que se producen necesitamos ser creativos", ha resaltado.
Junto a esto, son adictivos, "porque nuestro cerebro siempre va a buscar el placer, se activa nuestro sistema límbico, generamos dopamia". Es algo que "se ve, los niños no pueden parar".
Y, sobre todo, "dejan de jugar" y el juego "activa conexiones cerebrales". Se ha visto "que eliminar el juego lleva a patologías, mayor delincuencia y menor empatia".