Un agente asegura que el crimen de Cuzcurrita fue "cosa de dos personas y premeditado; Sabían lo que iban a hacer"

El abogado de la acusación particular, Marcos García-Montes, durante la celebración de la primera sesión del juicio por el crimen de Cuzcurrita
El abogado de la acusación particular, Marcos García-Montes, durante la celebración de la primera sesión del juicio por el crimen de Cuzcurrita - Alberto Ruiz - Europa Press
Actualizado: martes, 5 noviembre 2024 15:22

LOGROÑO 5 Nov. (EUROPA PRESS) -

Un agente de la Guardia Civil, perteneciente a la Policía Judicial, ha confirmado ante el Juez que "desde el primer momento se vio" que el crimen del hostelero de Cuzcurrita -ocurrido la noche del 1 al 2 de mayo de 2023 en su domicilio- "no fue cosa de una sola persona, fue golpeado por dos personas".

Es más, como relata, "fue premeditado y la víctima, Guillermo Castillo, no pudo defenderse debido a la inmediatez de los golpes".

El agente ha justificado esta postura porque califica como "muy difícil" que "una sola persona" pudiera arrastrar el cuerpo de la víctima tras los golpes, que se produjeron en la puerta del domicilio de la víctima y "lo pusiera en la posición en la que se encontró en el baño".

La tesis defiende así que "hubo dos personas" y, como matiza, "no hubo más. Guillermo no tuvo posibilidad de pedir auxilio ni de protegerse". Además, considera que, después de todos los indicios, el crimen estaba "premeditado, no fue un impulso".

Según las inspecciones realizadas, el agente considera que aquella noche cuando se produjo el asesinato del bodeguero "uno le arrastró con los brazos hacia atrás y otro le siguió golpeando".

También afirma que la primera agresión que sufrió la víctima en las puertas de su domicilio "fue inmediata". Posteriormente, "le dejaron encerrado y con grilletes puestos en las manos, no pudo escapar".

TESTIGO PROTEGIDO

El Policía Judicial de la Guardia Civil, encargado de las diligencias y firmante como secretario de las actuaciones, ha indicado también en su declaración la importancia de un testigo protegido, que está en paradero desconocido, y que situó a las dos personas en el lugar de los hechos aquella noche.

Ha explicado que, tras los hechos, "una persona contactó con nosotros para aportar información sobre la investigación y mucho de los datos que nos ofreció vimos que son compatibles con los indicios que estamos teniendo".

Como ha relatado ante el Juez "esa persona es un testigo protegido. Nos dijo que conoce a una persona que le comentó directamente a él que había cometido un asesinato y que se encontraba mal por ello".

A GOLPES

"Comentó datos, como que el asesinato se había cometido a golpes y no a cuchilladas y le dijo que había ido a Cuzcurrita" porque la víctima "tenía mucho dinero en efectivo y que iba a darle el palo".

"Me comentó el uso de guantes y que Guillermo conocía a uno de los autores para acceder al domicilio. Todo ello corroboró lo que vimos en la escena del crimen".

Además, el testigo "refirió que igual encontraban un botín de 50 o 60.000 euros pero solo se llevaron 600 de la cartera de Guillermo". A preguntas de la Defensa, el agente policial ha destacado que "es cierto que el testigo protegido se presentó dos meses después de los hechos y sí que había otras líneas de investigación".

POSICIONAMIENTO MÓVILES Y VEHÍCULO

El agente policial ha explicado también el posicionamiento de los móviles y las llamadas de los dos acusados que informan del recorrido que siguieron ese día y que, finalmente, los sitúan en Cuzcurrita, en el entorno de la vivienda de Guillermo, pasando previamente por la localidad riojana de Lardero, aunque uno de ellos lo niega.

A última hora de la tarde, además, el agente explica que uno de los teléfonos, concretamente el de A.D.G. estuvo apagado hasta el día siguiente. Ante ello, reflexiona, "es habitual que un delicuente acostumbrado a cometer delitos apague el teléfono para cubrirse las espaldas".

Sobre el vehículo usado -ha indicado- "no se encontró ninguna huella posteriormente porque había sido limpiado".

EN EL DOMICILIO

Ya la noche de los hechos, y tras la inspección ocular, el agente ha explicado que lo primero que se ve en el domicilio de Guillermo es que "la puerta no estaba forzada", por lo tanto, "se abrió voluntariamente".

Según la escena del crimen "la primera agresión se produjo nada más flanquear la puerta. Es inmediata. No tuvo ninguna posibilidad de defenderse. Seguramente cayó con la cabeza y, después, le arrastraron hasta el aseo de la planta interior, donde se encontró el cuerpo".

Además considera que los que lo hicieron "iban preparados, con guantes, sabían lo que iban a hacer". Por todo ello, finaliza, el agente asegura "que la realidad contradice las versiones de los acusados".

LAS PENAS

En el caso de ser declarados culpables, la Fiscalía solicita una pena de 27 años de cárcel para cada uno de los acusados, 23 por asesinato con alevosía y otros 4 años por robo en casa habitada para C.S.R. En el caso de A.D.G. le piden 4 años y nueve meses por el delito de robo. Por su parte, la familia solicita la prisión permanente revisable.

Además, el Fiscal también reclama una pena de libertad vigilada durante diez años para ambos y que indemnicen con 300.000 euros a los dos hijos de la víctima.

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