LOGROÑO, 31 Jul. (EUROPA PRESS) -
La central agraria ARAG-Asaja ha mostrado ese lunes su rechazo a los criterios de concesión de las nuevas autorizaciones de viñedo que ha aprobado el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente y que salieron publicados en el BOR del pasado sábado, "ya que vuelve a olvidar a los viticultores profesionales".
La organización agraria, a través de un comunicado, critica nuevamente que "ni el Ministerio ni la Consejería hayan tenido en cuenta las alegaciones de las organizaciones agrarias sobre cuáles deben ser estos criterios".
Las normas de reparto para 2018 publicadas el sábado "vuelven a penalizar a los viticultores profesionales ya que, por un lado y como ha sucedido en las dos convocatorias anteriores, priorizan a los nuevos viticultores menores de 40 años que no tengan viñedo a su nombre, perjudicando así a los jóvenes ya instalados y a los viticultores profesionales que superan esa edad".
Por otro lado, señala que "introducen una novedad que elimina a muchos productores profesionales, que es el tamaño de su explotación agraria, no solamente de viñedo, sino de toda su actividad que no puede superar las 21 hectáreas, esta limitación excluye tajantemente a casi 2.000 explotaciones en La Rioja, 1.922 según la Estadística Agraria 2013, último dato publicado, que también son profesionales".
En ARAG-Asaja, esta limitación "afecta al 50% de las explotaciones a las que presta el servicio de asesoramiento agrario". La organización agraria cree que "estos límites no están justificados y son contradictorios".
De hecho, apuntan, "para que un joven que se incorpore a la actividad agraria reciba la subvención por Primera Instalación, debe aportar un mínimo de 9 hectáreas para plantar viñedo; 70 hectáreas para una explotación de cereal y 30 hectáresas si ésta es mixta; es decir, en todos los casos superan las 5 hectáreas y en los dos últimos, las 21 hectáreas, lo que contradice la filosofía de la nueva norma de lo que se debe fomentar como explotación prioritaria".
Los nuevos criterios, a juicio de la central agraria, "tampoco impiden que un beneficiario de una convocatoria vuelva a serlo en una posterior, tal y como se pretendía".
"INCONSISTENTES Y POCO PROFESIONALES".
ARAG-Asaja considera que "desde que finalizaron los derechos de plantación de viñedo, hace ahora 3 años, que dieron paso a las nuevas autorizaciones, distribuidas según unos parámetros nacionales que pueden ser concretados a nivel autonómico, el reparto de la masa vegetal está siendo un despropósito y los criterios que se vienen decidiendo, inconsistentes y poco profesionales".
La organización agraria reclamó desde 2015 que los criterios atendiera el principio de profesionalización de modo que los beneficiarios demostraran que tenían capacidad y competencia profesional, como finalmente se ha recogido.
También solicitó una limitación por superficie para aquellas explotaciones con un máximo de 50 hectáreas, tal y como proponía la Comisión Europea, no de 21 hectáreas como finalmente se ha decidido.