LOGROÑO, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
El martes 28 de febrero ha tenido lugar en las puertas de la sede de CCOO en Logroño, una concentración para dar visibilidad a los dos accidentes mortales ocurridos en La Rioja este mes de febrero, realizando un minuto de silencio para trasladar nuestras condolencias a familiares, amistades, compañeras y compañeros de trabajo.
El 2 de febrero falleció una dependienta de Stradivarius en su puesto de trabajo, tan solo tenía 44 años. El 23 de febrero falleció otra mujer de 40 años en accidente de tráfico cuando se dirigía a su puesto de
trabajo, en la Central Térmica de Agoncillo.
Hace una semana conocimos los datos consolidados de la accidentalidad en nuestra comunidad. "El perfil de la accidentada es mujer, de 40 a 55 años y trabajadora de actividades sanitarias y servicios sociales.
No podemos perder de vista estas actividades especialmente castigadas por la pandemia, donde la carga, la organización del trabajo, y el estado emocional de las personas que cuidan, incide en el estrés de la
plantilla", ha señalado el sindicato.
De los accidentes en jornada de trabajo, las mujeres aumentaron un 60 por ciento frente al 11,8 por ciento de los hombres. Pero lo alarmante es que en 2.022 hemos aumentado en 1.189 la cifra de accidentes de trabajo, y que los accidentes mortales aumentaron un 50 por ciento.
"Este año llevamos 5 accidentes mortales en el trabajo, 4 de los cuales han sido in itinere". En tan solo los dos primeros meses de 2023, hemos duplicado el número de accidentes en nuestras carreteras frente al
año anterior que fueron 2. Estas cifras "manifiestan que las medidas preventivas adoptadas en las empresas son escasas o están mal enfocadas, y refleja la necesidad de integrar la seguridad vial como
elemento de riesgo en las evaluaciones de puesto, en especial en los sectores feminizados, ya que en 2022 aumentó la accidentalidad in itinere en las mujeres un 10 por ciento frente al 2,8 por ciento de los hombres".
Últimamente "nos fijamos mucho en la posición que tenemos de índice de incidencia frente a otras comunidades, que si somos los segundos, que si somos los terceros, o que si subimos los datos de accidentalidad porque somos una comunidad que registramos el covid como enfermedad profesional". Lo preocupante "es que desde 2016 la siniestralidad en La Rioja no ha hecho más que subir, y que nos movemos en las cifras más altas registradas desde ese año: 5485 accidentes en jornada de trabajo y 424 accidentes in itinere".
La situación laboral actual en relación a la accidentalidad "es que vamos muy mal si lo que queremos es reducir los accidentes laborales a cero".
Hay que ejecutar acciones que mejoren las condiciones laborales, integrando la perspectiva de género, vigilando el envejecimiento de la población trabajadora, investigando y registrando tanto los accidentes
como las enfermedades profesionales. Todo ello de manera equitativa protegiendo a las personas trabajadoras más vulnerables, que son las que ocupan trabajos de categorías inferiores, mujeres, jóvenes e inmigrantes. "La única manera de conseguirlo es creyendo en la cultura preventiva y esforzándose en cumplir con la responsabilidad que tenemos sobre la salud laboral", ha concluido el sindicato.