LOGROÑO, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un centenar de pacientes se ha beneficiado de los tratamientos al daño cerebral adquirido en la Unidad de Neurorrehabilitación Intensiva (UNRI) en algo más de sus dos años de funcionamiento.
El 26 de octubre se celebra el Día nacional del Daño Cerebral Adquirido (DCA) y coincidiendo con esa efeméride el SERIS destaca la mejora en la atención a esta patología en La Rioja a través de una unidad que proporciona una exhaustiva terapia para restituir, minimizar y/o compensar las alteraciones funcionales aparecidas en la persona afectada por una discapacidad como consecuencia de una lesión del sistema nervioso.
En la Unidad de Neurorrehabilitación Intensiva se ofrece un tratamiento intensivo y sin interrupciones a todos aquellos pacientes cuya condición les permite recibirlo y que permite maximizar el grado de autonomía del paciente y proporcionarle la mejor calidad de vida.
En este sentido, se ha constituido un equipo multidisciplinar (médico rehabilitador, neurólogo, neuropsicólogo, trabajador social, terapeuta ocupacional, logopeda y fisioterapeuta además de personal de enfermería y TCAE) que trabaja de manera coordinada y dando su máximo para conseguir los mejores resultados en los pacientes.
En este sentido, todos aquellos pacientes que tras sufrir un DCA presentan una pérdida de sus capacidades (físicas, cognitivas, sensoriales, emocionales, conductuales o funcionales) con repercusión en el grado de actividad y/o participación deben recibir tratamiento rehabilitador. Existe una evidencia abrumadora de que la rehabilitación es esencial para facilitar la recuperación después de un daño cerebral sobrevenido.
PROTOCOLO Y CRITERIOS DE INCLUSIÓN
En el año 2018 se puso en marcha la unidad de daño cerebral y desde entonces se han dado muchos pasos. Así, los pacientes ingresados en Neurología del Hospital Universitario San Pedro con Daño Cerebral Adquirido son evaluados por un médico rehabilitador, iniciándose el tratamiento de rehabilitación hasta el final de la hospitalización.
Previo al alta, el médico rehabilitador reevalúa al paciente y determina la necesidad y el tipo de continuidad del tratamiento. El destino al alta puede ser domicilio, centro de convalecencia, centro socio sanitario, residencia o Unidad de Neurorrehabilitación Intensiva.
Los pacientes que ingresan en la nueva unidad, cuando son dados de alta, se van con su programa de rehabilitación ambulatoria. En muchas ocasiones, si está indicado y sus circunstancias lo permiten, continúan en régimen ambulatorio el tratamiento intensivo neurorrehabilitador. Se establecen objetivos funcionales y un plan de tratamiento pasando progresivamente a régimen rehabilitador externo convencional.
Los principales criterios de inclusión en la UNRI son:
Edad y apoyo familiar: <70 años independientemente de su situación social, >70 años siempre que dispongan de un buen apoyo familiar. La edad no es un criterio condicionante en sí mismo.
-Daño cerebral que requiera tratamiento en al menos dos áreas terapéuticas
-Estado de consciencia y/o daño cognitivo que permita participar activamente en el proceso rehabilitador
-Lesión cerebral de menos de 3 meses de evolución. Existe la posibilidad de recuperar pacientes que inicialmente se descartan pero que durante su estancia en convalecencia se convierten en candidatos para esta unidad.