LOGROÑO, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía de La Rioja, en el marco de la 'Operación Golden', han detenido a una mujer de 47 años, sin antecedentes policiales, como presunta autora de un delito continuado de robo de joyas a personas mayores.
Los hechos han ocurrido en una residencia de ancianos y ancianas de la Comunidad autónoma de La Rioja.
La detenida robaba las joyas y posteriormente se encargaba de venderlas en establecimientos de compraventa de oro de La Rioja.
DURANTE MÁS DE CINCO AÑOS (2017-2022)
La investigación se inició tras comprobar por los agentes pertenecientes a la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta, que se estaban vendiendo joyas en diferentes establecimientos de compraventa de oro, joyas y metales preciosos de nuestra comunidad autónoma desde hacía cinco años.
Tras una laboriosa investigación llevada a cabo por los integrantes de la cita Unidad se ha podido determinar que una mujer, trabajadora de una residencia de personas mayores había aprovechado su posición de confianza como empleada para apoderarse de las joyas que poseían las ancianas y ancianos poco antes de que alguno de ellos muriera.
La generalidad de las víctimas todas ellas personas de más de noventa años, no eran conscientes del robo y tampoco los familiares en esos momentos.
Tras un laborioso estudio se ha podido determinar que dicha mujer, durante los cinco años en los que estuvo al cuidado de esta persona de avanzada edad había ido sustrayendo numerosas joyas y efectos personales los cuales fueron posteriormente vendidos en diferentes establecimientos de compraventa de oro, siendo localizadas, hasta el momento, cinco víctimas desde el año 2017 hasta el presente año 2022.
Años en el que la autora vendió numerosas piezas procedentes de las personas mayores residentes de dos residencias de ancianos de nuestra comunidad, ya que la autora en el periodo comprendido entre los años 2017-2022 llego a trabajar en dos de estas residencias.
SE APROVECHAN DE LA CONFIANZA DEPOSITADA EN SU CUIDADO
En los hechos delictivos, la detenida aprovechaba la confianza que le otorgaba su condición de empleada en los cuidados de las personas mayores dependientes de sus cuidados, para acceder a los enseres personales y joyas de las víctimas y realizar la sustracción.
El daño moral que este tipo de hecho supone para la víctima, el cual se acrecienta si cabe al tratarse de personas mayores, en muchos casos dependientes, los cuales una vez llegan a ser conscientes de la situación, se sienten engañados por aquéllas personas en las que habían depositado su confianza.
Siendo por tanto su conducta más reprochable si cabe, al confiar los familiares su cuidado y ser responsables de las personas de edad muy avanzada.
En la mayoría de las ocasiones, las victimas no denunciaban la sustracción de sus efectos o joyas, al ser personas de avanzada edad, que en muchos de los casos tenían mermadas sus facultades.
Por lo que las gestiones practicadas para poder localizar a las victimas tuvieron mayor dificultad si cabe, pudiendo localizar únicamente a personas que durante los últimos años en la residencia donde estaba trabajando la autora detenida, hubieran echado en falta la sustracción de efectos de valor y de joyas.
INCALCULABLE EL VALOR DE LAS JOYAS
No se pudo determinar el valor total de mercado de las piezas sustraídas debido a que al tratarse de joyas familiares heredadas o adquiridas hace muchos años, y de gran valor económico y sentimental, no se pudo determinar el valor total de mercado.
La autora habría obtenido un beneficio inicial de más cinco mil euros (5.000 euros) en la venta de las numerosas joyas y piezas personales sin tener en cuenta más detalles, ni el valor original de las piezas.
Dado el tiempo transcurrido desde que se produjeron las ventas de las joyas en los establecimientos de compraventa de oro, hasta la investigación realizada, únicamente se han podido recuperar las ultimas piezas vendidas, produciendo para las victimas un mayor perjuicio al tratarse de recuerdos y regalos que han tenido a lo largo de la vida y que ya no podrán recuperar.
Resultando una cuantía muy inferior al valor real de las joyas y monedas de oro vendidas, puesto que únicamente se tiene en cuenta su peso como metales preciosos, el cual varía según cotización en el mercado, obviando el diseño, confección y antigüedad de la piezas, siendo así mismo el precio pagado por este tipo de establecimientos sensiblemente inferior a la valoración de mercado.
Los investigadores continúan con la operación, siendo muy difícil encontrar más víctimas porque los familiares con los que los investigadores se han puesto en contacto desconocían las joyas que poseían muchos de los personas mayores.