LOGROÑO 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
Efectivos de la Guardia Civil en La Rioja, en el marco de los servicios orientados a prevenir y perseguir el tráfico de sustancias estupefacientes, han llevado a cabo en la localidad de Rincón de Soto la denominada operación 'Sesedreim'.
Esta intervención ha culminado con el desmantelamiento del principal punto de distribución de speed de La Rioja Oriental y la detención de su presunto responsable, un hombre de 43 años, de nacionalidad española y vecino de la localidad.
En diciembre de 2023, durante la operación 'Catasta', la Guardia Civil desmanteló un sofisticado servicio de distribución de drogas "bajo demanda" y "a la carta", conocido como "telecoca", que operaba en La Rioja Baja. Tras este golpe al narcotráfico, el ahora detenido presuntamente asumió el control del negocio ilícito.
No solo dirigió la distribución de sustancias, sino que también se consolidó como uno de los principales actores del mercado ilegal en la región, reforzando significativamente su posición criminal.
OPERACIÓN 'SESEDREIM'
La investigación se inició en el mes de agosto, cuando la Guardia Civil comenzó a trabajar con la posibilidad de que un presunto traficante asentado en Rincón de Soto fuese el responsable de la distribución de diferentes tipos de sustancias estupefacientes en La Rioja Oriental.
Ante esta situación, los investigadores activaron un riguroso dispositivo de vigilancia, control y recopilación de información sobre esta persona.
Lo que sorprendió a los agentes fue que, a pesar de su implicación en presuntas actividades ilícitas, solo figuraba en las bases de datos policiales con una única infracción administrativa por tenencia de droga en la vía pública.
Tras varios meses de investigación, los agentes establecieron su perfil criminal, caracterizado por su experiencia y destreza en la distribución de sustancias ilegales como speed, cocaína y marihuana.
Operaba con un esquema bien definido: realizaba ventas matutinas desde su domicilio y en los alrededores, recibiendo a drogodependientes solo después de comprobar que no había presencia policial en las cercanías.
Por las tardes, trasladaba su actividad a un establecimiento hostelero, aprovechando las horas de mayor afluencia de clientes para camuflar sus transacciones y minimizar el riesgo de detección.
A medida que avanzaban las investigaciones, los agentes comenzaron a sospechar que este individuo había logrado introducir en la localidad una importante partida de speed de alta pureza. Su objetivo era adulterar y distribuir esta sustancia de manera estratégica durante la campaña navideña, dirigida tanto a consumidores como a pequeños traficantes de La Rioja y comunidades limítrofes.
Esta operación representaba una grave amenaza para la salud pública. Gracias a los medios humanos y tecnológicos desplegados en Rincón de Soto, se detectó la entrada en la localidad de un vehículo conducido por una mujer, acompañada de un traficante de Funes (Navarra) y un menor.
El varón accedió brevemente a la casa del sospechoso y, al intentar abandonar la localidad, fue interceptado. Durante la intervención, se le incautó un kilo de speed de alta pureza oculto entre sus ropas, lo que motivó su detención.
A continuación, los investigadores solicitaron a la Autoridad Judicial el correspondiente mandamiento de entrada y registro para la vivienda, donde se intervino otro kilo de speed, además de pequeñas cantidades de cocaína y hachís, lo que motivó la detención del sospechoso. 8.000 dosis de speed Con la intervención de estos dos kilogramos de sulfato de anfetamina, que serían adulterados antes de su distribución, se habrían podido elaborar unas 8.000 dosis de speed, valoradas en 86.160 euros.
Estas dosis estaban presuntamente destinadas a su distribución durante las fiestas navideñas. Los detenidos, la droga y el resto de efectos intervenidos, así como las diligencias realizadas, han sido puestos a disposición de la autoridad judicial, que ha decretado el ingreso en prisión de ambos.
La operación 'Sesedreim' ha sido llevada a cabo por agentes del Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil en Calahorra y del Área de Investigación de Arnedo. En la fase de explotación contaron con el apoyo de patrullas del servicio de Seguridad Ciudadana y agentes del Servicio Cinológico con perros detectores de sustancias estupefacientes.