Tras celebrarse la última sesión, el jurado popular deberá aislarse para decidir sobre la culpabilidad o no de los dos acusados
LOGROÑO, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los dos acusados por el crimen del hostelero de Cuzcurrita -hallado muerto de forma violenta en su domicilio el 2 de mayo de 2023- han aprovechado la última sesión del juicio que se ha prolongado durante más de diez horas, en sesiones de mañana y tarde, para mantener sus declaraciones iniciales y reiterar que son inocentes. Ninguno de los dos ha pedido perdón a la familia de la víctima.
En concreto, A.D.G. (54 años) -quien afirma que no entró nunca en el domicilio de Guillermo y que se quedó en el coche esperando mientras el otro acusado "pedía dinero para consumir"- ha declarado de forma muy escueta "estar de acuerdo" con lo dicho "por su abogado" y espera que el jurado popular "sepa tomar lo que se ha hablado aquí".
Por su parte, C.S.R. (39 años) -que asegura que fue A.D.G. quien se abalanzó sobre la víctima- ha utilizado su turno para decir que no fue a Cuzcurrita "con intención de hacer nada malo. Solo para pedir dinero prestado. Tenía buena relación con Guillermo y en ningún momento pensé que iba a ocurrir lo que ocurrió".
"Aunque parezca que soy violento no lo soy. No lo soy. Si algún día me he peleado en la cárcel, ha sido por defensa propia", ha añadido.
Previamente a estas declaraciones, la última parte de la sesión del juicio ha contado con la intervención de las defensas de los dos acusados, quienes solicitan la absolución para ambos.
"QUIEREN HACER DE MI CLIENTE UN CABEZA DE TURCO"
Durante la intervención del abogado de A.D.G., éste ha expresado que "quieren que mi cliente sea un cabeza de turco. Lo único que hay en su contra es la versión del otro acusado".
En su alegato, el letrado refiere que "no se le puede condenar" porque "no hay pruebas objetivas, ni cargos suficientes. Siempre ha mantenido la misma versión de los hechos".
"Mi cliente se juega 27 años de prisión o la prisión permanente revisable, hay que pelear y demostrar con hechos objetivos que mi cliente no mató a Guillermo, solo cometió un error, acompañar al otro acusado a Cuzcurrita".
Este abogado, además, no descarta "la implicación de otras personas en el crimen, un tercero que no es mi cliente. Además en este juicio se han hablado de amenazas a testigos -en concreto a la hija de Guillermo y a la pareja de uno de los acusados- hay que seguir investigando. No se puede cerrar el círculo".
"EL MÓVIL DE LA MUERTE DE GUILLERMO ES PERSONAL, NO ECONÓMICO"
Además, prosigue, su cliente mantiene una versión coherente algo que -a su juicio- no ha hecho el otro acusado. Al respecto, explica, "no hay quien se crea la versión de C.S.R." quien afirma que fue mi cliente quien se abalanzó y pegó a la víctima. Para este letrado "lo que está claro" es que detrás de la muerte de Guillermo "hay un móvil o una motivación personal. No es un crimen económico como nos quieren hacer ver porque había dos cajas fuertes que ni siquiera vieron".
Buena parte de su intervención se ha centrado en desmontar así la versión de C.S.R.. "Dice que mi cliente (A.D.G.) fue el que empezó a agredir a Guillermo pero eso no se sostiene porque el otro acusado y Guillermo eran muy amigos e incluso éste último le daba dinero" por lo que se pregunta: "¿Quién permite que alguien dé una paliza de muerte a alguien que conoce?, ¿qué motivo va a tener mi cliente para pegarle de esa forma si no conocía de nada a Guillermo?".
Sobre si su cliente es "violento o no", indica que "aunque haya robado en otros sitios, como sucursales bancarias, no supone que eso quiera decir que mate a alguien".
Por su parte, y sobre por qué apagó su teléfono móvil la noche de los hechos, el abogado indica, "sí que es cierto que lo apagó pero, si como dicen es tan profesional; ¿Cómo no pidió al otro acusado que también lo hiciera?. Sería un error".
Además, y sobre el testigo protegido -que está en paradero desconocido y, por tanto, no ha podido corroborar su declaración ante el Juez- el abogado de la defensa argumenta al jurado popular que éste no reveló en ningún momento "la identidad del acompañante de C.S.R. a Cuzcurrita".
También se ha referido al encuentro fortuito -meses después de los hechos y tras la detención de ambos acusados- en un bar en la localidad riojana de Pradillo entre la hija de la víctima, dos amigos y la mujer de C.S.R.. En ese momento, y según declaraciones de varios testigos, esta última les confesó que su pareja "le había dicho que habían matado a un viejo" (en plural). De esta declaración, el letrado interpreta que "no sé si le puede imputar falso testimonio pero solo echó una mano a su pareja. Intentó ayudarle, lo normal".
A MI CLIENTE "YA LE HAN CONDENADO"
La sesión ha contado también con la intervención de la letrada del acusado, C.S.R, para presentar sus conclusiones definitivas asegurando que a su patrocinado: "Ya se le ha condenado y se le ha juzgado".
Recordando de nuevo la versión de C.S.R., la defensa relata que los hechos fueron los siguientes: "Mi cliente declaró en sede judicial que -los dos acusados- quedaron por teléfono para consumir. Esa es la realidad. Como se quedaron sin dinero, van a Cuzcurrita a pedir dinero a la víctima. Momento en el cual, el otro acusado (A.D.G.) le acompañó y en la entrada del domicilio, se abalanzó contra Guillermo".
Además, sostiene, "como mi cliente iba a pedir dinero para consumir, se dedicó a buscar dinero por toda la vivienda mientras el otro acusado estaba enzarzado con la víctima".
Ante ello, se pregunta: "¿Quién se puede creer la versión de A.D.G. de estar en el coche todo el rato?. ¿Cómo una persona que acaba de cometer, presuntamente un crimen, vuelve al vehículo sin sangre, sin vestigios y con actitud normal?".
Esta letrada también ha hecho hincapié en el episodio de Pradillo destacando "contradicciones" entre lo que declaró la hija de la acusada y uno de los amigos presentes en el encuentro. "¿Cómo va a decir la mujer de mi cliente a alguien que no conoce de nada que su pareja ha matado a alguien?".
"SE HA ADAPTADO LA HISTORIA"
"Lo que se ha hecho aquí es adaptar la historia" porque "no hay pruebas biológicas, no hay huellas dactilares... sí que se les localiza en el lugar de los hechos, al igual que a otros 15 o 20 investigados".
Sobre el testigo protegido -esgrime- "no sabemos quién le ha interrogado. Tampoco sabemos la veracidad de sus declaraciones o su credibilidad. Solo cuatro frases en las que se ha basado gran parte de la investigación". Tampoco descarta la intervención de más implicados en el suceso.
"No hay tampoco huellas de sangre en el vehículo, ni en los pedales del coche o en los cinturones", destaca. "No hay pruebas objetivas, solo indicios. No hay ADN de mi cliente en la casa de Guillermo ni del otro acusado, ni un pelo caído, ni un trocito de piel o gotas de sudor...". Todo esto -ha pedido al jurado popular- "tienen que tenerlo en cuenta".
"Todo lo que han presentado son verdades a medias", ha afirmado. Ante las amenazas que, presuntamente, han recibido la hija de la víctima y la mujer de su cliente, la letrada "no entiende esas amenazas si se supone que los responsables de la muerte de Guillermo están aquí sentados (en referencia a los acusados). Hay más implicados", reitera.
OBJETO DEL VEREDICTO
Tras la jornada de hoy, este martes comenzará la labor del jurado popular -compuesto por 9 personas y dos suplentes- que deberá aislarse una vez que el Magistrado les entregue el Objeto del Veredicto, un cuestionario con cuya conclusión se dará por decidida la culpabilidad o no de los acusados. La Fiscalía solicita 27 años de prisión para cada uno de ellos mientras que la Acusación Particular pide la Prisión Permanente Revisable.