ENCISO (LA RIOJA), 29 (EUROPA PRESS)
El presidente del Gobierno riojano, José Ignacio Ceniceros, junto al secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, han visitado la presa de Enciso una vez finalizada su construcción. Una infraestructura que dará servicio a unas 70.000 personas.
Junto a Ceniceros y Morán han recorrido la instalación el delegado del Gobierno, José Ignacio Pérez, la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Ebro, María Dolores Pascual, y el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Iñigo Nagore, entre otras autoridades.
En la visita han informado que ahora quedan por ejecutar la implantación del plan de emergencia, las pruebas de carga, la aprobación y tramitación del sistema del Cidacos, y la redacción del anteproyecto de las nuevas zonas regables. Además, han estimado que el llenado completo podría tardar entre dos y tres años.
El secretario de Estado ha señalado que el fin de las obras "culmina un proceso demasiado largo en su devenir, que según ha llegado a contar el alcalde de Enciso la idea surgió hace un siglo, siendo su licitación en el año 1993, por lo que se puede decir que es un proyecto intergeneracional", y que "ha sufrido distintas vicisitudes".
Además, Morán ha apuntado que "la evolución presupuestaria ha sido importante, pasando de los 37 millones iniciales a los 100 que superará en todo su recorrido". Asimismo ha destacado la "cooperación institucional" desarrollada, al tiempo que ha querido recordar al obrero fallecido durante su construcción el año pasado.
Por su parte, Ceniceros ha asegurado que "nos encontramos ante la mayor obra hidráulica que se está ejecutando en La Rioja", que "va a ser fundamental en devenir de la zona y para el futuro de sus pueblos, ya que va a mejorar el abastecimiento de agua de boca de unos 70.000 habitantes y va a consolidar 6.000 hectáreas de regadío, así como generará otro regadío de 3.000 hectáreas".
Ha explicado que la presa "va a aportar competitividad a nuestra agricultura, generar nuevos usos industriales y, en definitiva, ofrecer nuevas oportunidades de futuro a las zonas rurales".
Por ello, ha calificado esta jornada de "histórica" y ha recordado que "esta actuación ha pasado por todo tipo de problemas técnicos y legales". "Pero también es cierto -ha continuado- que desde 2011, que estaba parada, se ha realizado un importante esfuerzo presupuestario para acabar la obra".
ACTUACIONES PENDIENTES
Aunque la presa "es hoy una realidad", José Ignacio Ceniceros ha advertido de que quedan por ejecutar "actuaciones fundamentales", como la implantación del plan de emergencia, las pruebas de carga, la aprobación y tramitación del proyecto del sistema del Cidacos y la redacción del anteproyecto de las nuevas zonas regables. Por ello, el jefe del Ejecutivo regional ha declarado que "lo importante es que no se paren estas actuaciones y que, cuanto antes, el agua de Enciso sirva para mejorar los abastecimientos y la agricultura de La Rioja, aportando riqueza y bienestar".
Es una infraestructura hidráulica que tiene una capacidad de 46,5 metros cúbicos (el segundo mayor embalse de La Rioja tras el de Mansilla de la Sierra, que cuenta con 68 hectómetros cúbicos) y una altura de 103 metros.
Ceniceros, ha señalado finalmente que la presa de Enciso "es un claro exponente de la importancia que el Gobierno de La Rioja otorga a los recursos naturales y a la adecuada planificación para lograr un uso adecuado y sostenible con el fin de proteger y conservar el medio ambiente".
Además de la construcción del embalse, las obras han incluido la construcción de una variante en la carretera LR-115, afectada por la inundación del embalse.
De igual modo, se están desarrollando tres proyectos compensatorios en la zona, todos ellos vinculados con el ciclo del agua. En concreto, la estación de depuración de aguas residuales en Yanguas (Soria), el encauzamiento de un barranco en Arnedillo (La Rioja) y un proyecto de abastecimiento, saneamiento y urbanización en la localidad de Enciso, también la comunidad riojana. Se espera que estos proyectos iniciales sean licitados en el primer semestre de 2019.
PROCESO DE LLENADO
El Plan de puesta en carga, mediante el que se ha iniciado el llenado del embalse de forma controlada por técnicos de la Confederación Hidrográfica del Ebro, es un proceso complejo necesario para comprobar el comportamiento de la presa y las laderas. Su plazo teórico de conclusión es de tres años, aunque está condicionado a cuestiones ajenas a los trabajos técnicos, como puede ser la coincidencia de años secos que impidan la aportación de caudales suficientes.
Esta puesta en carga se ha definido técnicamente en 12 fases, que incluyen dos descensos de nivel, en las cuales se mantendrá controlada la velocidad de ascensode la lámina de agua del embalse a la que vez que se llevan a cabo los correspondientes estudios tanto de la estructura como del vaso, mediante los numerosos sensores de auscultación instalados.
PLAN DE EMERGENCIA
El arranque de la puesta en carga se produce tras dar por implantado el Plan de Emergencia de la presa el pasado mes de diciembre. Su tramitación culminó con una reunión organizada por Protección Civil para la divulgación de este plan entre los alcaldes de los municipios del entorno de la infraestructura y autoridades competentes.