LOGROÑO, 1 Ago. (EUROPA PRESS) -
El PSOE riojano afirma que el cierre de Garoña "es una buena noticia para La Rioja, pero llega tarde". Los socialistas riojanos, en un comunicado, han recordado que llevan años exigiendo en las instituciones su "desmantelamiento y cierre definitivo". Además, hace más de un año, el Parlamento de La Rioja aprobó una iniciativa socialista "exigiendo su desmantelamiento".
El PSOE La Rioja "siempre ha defendido la integridad y seguridad de los riojanos, frente a un PP riojano que solo defendía los intereses de las empresas del sector al dictado de Génova".
Los socialistas riojanos han recordado que "fue el PP quien, cuando se decidió no prorrogar la vida de la central allá por el año 2008-2009 bajo gobierno socialista, hizo de Garoña un instrumento de acción electoral y de desgaste contra el Partido Socialista lejos de toda racionalidad, tal y como ahora se demuestra". "La del PP entonces sí fue una decisión ideológica y no la propuesta socialista", añaden.
"Esto se traduce en que se han perdido diez años, que van en perjuicio del territorio y de la sociedad afectada en el entorno de la central". "El gobierno del PP decidió echar por tierra el procedimiento de planificación que el PSOE entendía que se debía haber puesto en marcha en aquel momento y que aportaba un proceso de reindustrialización, de generación de un nuevo tejido productivo en la zona".
Por el contrario, "desde hace 6 años no se ha hecho absolutamente nada, condenando así al territorio al cierre de la central sin ninguna propuesta alternativa en materia de actividad económica y empleo".
Además, "se ha perdido la oportunidad de incorporar el cierre de la central nuclear al proceso de transición energética justa para el país. Garoña debería haber sido sustituida con tiempo suficiente, con una asignación de tecnologías renovables en la misma zona, como mínimo por la misma potencia que iba a sustituir, y eso tampoco se ha hecho" lamentan.
Por todo ello, "cabe exigirle al Partido Popular que explique la razón por la que durante diez años ha mantenido al territorio y a la población afectada en una incertidumbre que genera, a partir de este momento, una situación de abandono", pues "se toma la decisión de no prorrogar el funcionamiento de Garoña, pero no se le ofrece ninguna otra alternativa". En definitiva, "la improvisación puesta al servicio de los intereses partidistas, que es lo que preside la política energética del gobierno del PP".