El premio grande de Navidad ha tocado en La Rioja cinco veces, la primera en 1851 y la última con una historia "curiosa" en Arnedo
LOGROÑO, 12 Dic. (EUROPA PRESS) -
Con la cuenta atrás al Sorteo de la Lotería de Navidad, el próximo 22 de diciembre, el delegado de la Lotería Nacional en La Rioja, Carlos Ruiz, ha señalado cómo el primer premio de la lotería del Niño, que cayó en La Rioja, ha potenciado unas ventas con perspectivas "buenas".
En una entrevista a Europa Press, Ruiz ha relatado cómo las ventas han mejorado. Es algo, ha dicho, que se percibe, porque "vas a cualquier administración y se ven filas". Sin embargo, será "a última hora" cuando realmente se sepa, porque quedan días "fuertes" de ventas.
El año pasado la subida fue del diecisiete por ciento y, en este 2022, se espera otro aumento, pero aún se puede saber porque hay muchas personas que lo dejan hasta el último momento; de hecho, hay quien, otros años, ha querido comprar el mismo día del sorteo, cuando las ventas se cierran la noche anterior.
El año pasado, 2021, el sorteo de la lotería de Navidad no dejó en La Rioja el número del Gordo, pero contó con otros premios y, así, se repartieron varios cuartos y quintos por diferentes zonas de la comunidad autónoma.
En concreto, la suerte cayó en un estanco de Lardero, dos administraciones de lotería de Logroño y una de Santo Domingo de la Calzada, que repartieron por esos premios 340.000 euros.
La suerte llegó con El Niño. El gordo de la lotería de El Niño se quedó íntegramente en Logroño, en concreto, en la administración seis de la capital riojana, situada en Muro del Carmen de Logroño (que también se vendió en el bar La Trompeta). Correspondía al número 41.665.
Es algo que se está notando en las ventas porque, "mientras se hable de premios", ha relatado Ruiz, la gente sigue comprando en el mismo sitio; de hecho, hay quien sigue acudiendo a comprar a Calahorra, localidad en la que tocó El Gordo de Navidad hace veinte años.
Así, incluso el cuarto y el quinto premios que se repartieron el año pasado en La Rioja también están tirando las ventas. Y un número: el 22, porque siempre hay quien pide la terminación del año en vigor y este año, además, ha habido un aumento de las bodas aplazadas por la pandemia, y el año de casamiento también es una efeméride que se pide.
"La lotería de Navidad también lo que tiene es que se busca el número del cumpleaños, de la boda.. o está quien pide un número que sume 22, o 45", ha contado el responsable de Loterías.
También hay quien cree que un número es "feo", tal vez porque es bajo, o alto. Son "manías" de la gente que juega, cuando "lo que gusta es que toque", ha indicado.
El cuanto al formato elegido, se nota una "bajada" de las participaciones, que van quedando para las organizaciones que se financian con parte de las ventas. Para el resto, como bares, es más cómodo vender décimos.
Además, ha indicado, "el precio del décimo de la lotería lleva veinte años sin subir" por lo que "es una cantidad que, hoy en día, no es elevada".
UN GORDO CON HISTORIA "CURIOSA"
El Gordo ha tocado en La Rioja cinco veces, la primera en 1851, en Logroño, le siguió en 1961, 2002 en Calahorra, 2014 y la última en 2018, en Arnedo, en un décimo comprado en máquina con una historia "curiosa".
Fue una pareja que se fue de veraneo y pidió un número para el Sorteo de Navidad, pero se equivocaron y se lo dieron para el sorteo de la semana. Cuando volvieron a casa y vieron el error pidieron en la máquina el mismo número. Y tocó.
En cuanto a qué hacer si ese día somos agraciados, ha explicado que cuando es un premio inferior a 2.000 euros (reintegros o pedreas) se puede cobrar en cualquiera de los puntos de venta que hay (11.000 en España, 77 de ellos en La Rioja).
Del primero al quinto premio se tiene que cobrar en el banco obligatoriamente y éste, con el convenio que tiene con Loterías, no puede cobrar comisión.
El pago no podrá ser en metálico (deberá ser por ingreso o transferencia), no te pueden obligar a abrir cuenta y debe ser al primer requerimiento, no te pueden hacer esperar.
UNA HISTORIA DE ANUNCIO
Este año, Loterías ha emitido una serie de anuncios, en la radio, con historias reales de premio y se incluye el caso de una persona de Calahorra, chocolatero de profesión, que usó el premio para financiar el colegio en la localidad.
Fue en el año 1932, y con tres millones de pesetas financió el colegio Ángel Oliván. Fue el número 8.182 (con la peculiaridad de que el número premiado en Calahorra en 2002 fue el 8.103).