LOGROÑO 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
El médico forense que trató a los hijos del hostelero de Cuzcurrita, Guillermo Castillo, -hallado muerto en su domicilio el 2 de mayo de 2023- ha confirmado que, tras los hechos, ambos necesitaron "tratamiento psiquiátrico por depresión y ansiedad".
Además, como ha explicado, ninguno de los dos hermanos tenía antecedentes psiquiátricos previos a los hechos "que pudiesen interferir en el diagnóstico de su situación actual".
En concreto, ambos presentan una sintomatología evidente debido al trauma que vivieron que puede volverse "permanente". Por parte de la hija, Yolanda Castillo, afirma que su deseo de investigar los hechos pudo empeorar su situación, en concreto el relacionado con la ansiedad.
Este miércoles, 13 de noviembre, ha tenido lugar la sexta sesión del juicio contra dos personas acusadas de un delito de asesinato y otro de robo con violencia por, presuntamente, dar muerte al hostelero de 78 años en su domicilio. Ha sido el turno de presentar las diferentes pruebas periciales.
Para ratificar estas pruebas, ha comparecido también la médica encargada de realizar un tratamiento psicológico a Yolanda Castillo, hija de Guillermo, a quien ve profesionalmente desde julio de 2023, unos meses después de los hechos. A preguntas de la Acusación Particular, la experta ha explicado que llevan cerca de 40 sesiones juntas y ahora la citación es quincenal.
Entre los sentimientos profundos que expresa Yolanda, la experta afirma que "han ido evolucionando" pero, sobre todo, presenta "tristeza profunda, desesperanza, falta de motivación, indefensión...".
Además le ha expresado "tener miedo en alguna ocasión" algo que la psicóloga define como "normal después de un evento traumático como el que ha vivido".
Indica que la sintomatología es "persistente" y cuenta con "bastante confusión" pero lo que intentarán es "que no genere daños permanentes".
También ha intervenido la médica de Atención Primaria que trata a la hija de Guillermo para reconocer que Castillo empeoró en enero de 2024 en sus síntomas de "ansiedad" y se le administró mayor tratamiento.
LOS HECHOS
La Fiscalía sostiene que la madrugada del 1 al 2 de mayo de 2023, los dos acusados se dirigieron al domicilio de Guillermo Castillo "bajo la creencia" de que en su vivienda "encontrarían una gran cantidad de dinero guardado" ya que la víctima regentaba un restaurante muy conocido en la localidad.
Una vez allí, el hostelero abrió voluntariamente la puerta de su casa "porque conocía a uno de ellos" y ambos investigados "con sorpresa, ventaja y de manera inmediata, le propinaron múltiples golpes en distintas partes del cuerpo incluyendo la cabeza y el dorso" para robarle el dinero de la recaudación.
En este sentido, y según han explicado diferentes instructores que ya han comparecido en sesiones anteriores, pensaban obtener un botín de unos 50.000 o 60.000 euros aunque, finalmente, solo pudieron robar unos 500 o 600 euros.
Además, y según explicó el máximo responsable de la investigación del crimen de Cuzcurrita, se produjo la muerte del hostelero que fue "agónica, muy violenta y muy cruel".
Por su parte, los dos acusados, dos hombres de 38 y 53 años en el momento de los hechos, se declaran inocentes y se culpan entre ellos de dar muerte al bodeguero. Uno de ellos, A.D.G.(53 años), afirma que se quedó dentro del vehículo y no acudió a la casa del bodeguero mientras que el segundo, C.S.R. (38 años), quien precisamente conocía a la víctima, dice que fue el otro encausado quien se abalanzó contra Guillermo y le comenzó a golpear.
Varios informes presentados por expertos y reconstrucciones de los hechos echan por tierra estas declaraciones.
LAS PENAS
En el caso de ser declarados culpables, la Fiscalía solicita una pena de 27 años de cárcel para cada uno de los acusados. En concreto solicita 23 años para cada uno de ellos por el delito de asesinato con alevosía.
Por el de robo en casa habitada pide para C.S.R. 4 años de cárcel y para A.D.G. 4 años y nueve meses, por la reincidencia. Por su parte, la familia de Guillermo Castillo solicita la prisión permanente revisable.
Además, la Fiscal también reclama una pena de libertad vigilada durante diez años para ambos y que indemnicen con 300.000 euros a los dos hijos de la víctima.