Javier Fesser recibe este sábado el premio 'Ciudad de Arnedo 2024'

LOGROÑO 25 Oct. (EUROPA PRESS) -

Octubre Corto vive sus últimos compases, en una edición, que continúa recibiendo cada vez más público a sus proyecciones y actividades. Un festival que también puede disfrutarse, de manera simultanea, en Logroño, mediante los pases de los trabajos de la sección oficial, en los 'Cines 7 infantes', hasta el próximo viernes, 25 de octubre.

El sábado, 26 de octubre, a partir de las 20,00 horas, viviremos la gala de clausura que vuelve a tener, como maestro de ceremonias, al enorme periodista, actor y presentador, Luis Larrodera. Será el momento de conocer a los galardonados y galardonadas de la noche en todas las categorías del festival.

Uno de los momentos estelares de la noche será el que haga subir al escenario del Cervantes al enorme cineasta Javier Fesser, a recibir la enorme ovación del público riojano. Fesser es sin ninguna duda una de las figuras claves del cine español de los últimos años, capaz de llenar las salas con largometrajes fundamentales como Camino, Campeones o la segunda parte de esta maravillosa película, Campeonex.

Responsable también de propuestas impulsoras del formato cortometraje de nuestro país como es el festival Notodofilmfest creado en 2001 y considerado el mayor festival de cortos en España cuyo objetivo se centra en dar voz al talento creativo sirviendo de lanzadera para los jóvenes cineastas.

Durante la ceremonia, tendremos la oportunidad de asistir al estreno de la última pieza del cineasta. Un cortometraje con el título de 'Depredador'.

JAVIER FESSER, UN GRANDE DE NUESTRO CINE

Javier Fesser sigue la estela de grandes de nuestro cine como Luis García Berlanga, José Luis Cuerda y Rafael Azcona. Como ellos nos cuenta España a través de las pequeñas cosas. Es de esas personas que no se distraen de vivir y que ha dado a su vida tantos giros como los que vemos en sus películas.

El joven que iba para ingeniero naval descubrió su vocación cinematográfica gracias a una cámara de Súper-8, se matriculó en la Facultad de Ciencias de la Información de Madrid y antes de terminar sus estudios con solo 22 años decidió montar Línea Films, productora especializada en publicidad .

El gusanillo del cine le picaría muy pronto, en 1992, cuando ideó junto a su socio Luis Manso la productora de cine Películas Pendelton. Comenzó su carrera con la dirección de cortometrajes y desde el principio cosechó un enorme éxito. Su primer corto Aquel ritmillo (1994) en el que ya se aprecia su universo onírico obtuvo entre otros galardones el Goya al mejor corto de ficción. Pronto, en 1998, le seguiría un largometraje El milagro de P. Tinto, un desternillante filme surrealista con guion del propio Fesser y de su hermano Guillermo que obtuvo un gran éxito de taquilla y un Goya a los efectos especiales.

En los albores del nuevo siglo, Fesser creó el festival Notodofilmfest, certamen de cortometrajes que se publican en internet y se embarcó en el que sería su segundo filme, La gran aventura de Mortadelo y Filemón (2003), una adaptación -también con su hermano Guillermo- de los populares personajes de cómic creados por Francisco Ibáñez. El filme se convirtió en uno de los más taquilleros de la historia del cine español, con 5,5 millones de espectadores y que obtuvo además cinco premios Goya

En el momento de mayor éxito se embarcó en un proyecto solidario y colectivo, un documental que abordaba a través de cinco historias las prioridades de Unicef. El rodó Binta y la gran idea ambientada en el sur de Senegal y en ella incidía en la necesidad de educar a las niñas. La cinta supuso para Javier una de sus mayores satisfacciones personales y profesionales y recibió más de un centenar de premios en festivales internacionales además una nominación a los Oscar de Hollywood en la categoría de Mejor Cortometraje de Ficción.

Después de los éxitos comerciales que supusieron sus dos primeros largometrajes, Javier Fesser dio otra pirueta a su carrera con Camino, un giro inesperado y radical en su registro. La cinta, que se estrenó en el Festival de San Sebastián en 2008, conmovió y sorprendió tanto a los seguidores habituales de su cine como a los neófitos, y fue galardonada con seis premios Goya. El director (en esta ocasión también guionista, productor y montador) abordaba en este filme el caso de una niña enferma de cáncer cuya madre, militante del Opus Dei, trata de hacerle ver que su enfermedad es una bendición de Dios.

Convertido ya en uno de los grandes directores de nuestro país, siguió atinando con sus cortos, poniendo la mirada en otros mundos y en otras realidades. Imposible no recordar en este Festival Bienvenidos, en el que aquellos niños de una aldea perdida del Perú están expectantes ante la llegada de internet como los estaban los aldeanos castellanos que esperaban en Bienvenido Mister Marsahll el maná americano.

Y justo cuando el humor atravesaba una crisis, cuando cualquier broma podría resultar ofensiva nos regaló Campeones, donde sus protagonistas, discapacitados intelectuales, destilan una mezcla de humor y ternura, de falta de prejuicios y de sinceridad, de espontaneidad y de frescura con la que acabaron por conquistarnos como espectadores.

La lista de sus creaciones es mucho más larga y estamos seguros de que no parará de aumentar porque es un trabajador incansable. Es una suerte que encontrara en el cine el lenguaje para contar tantas y tan variadas historias. Como él mismo dice, su cine es una denuncia de la injusticia que sufren los que menos herramientas tienen para defenderse. Pero su lucha es siempre positiva y constructiva, siempre busca humanizar a la sociedad y su cine es un instrumento de unión.