LOGROÑO, 26 May. (EUROPA PRESS) -
El jefe de Protección Civil de La Rioja, José Fermín Galilea, ha explicado que apagar el incendio, que se ha producido antes de las 13,00 horas, por una explosión en una planta de biodiésel de Calahorra, y que ha provocado dos fallecidos, "puede costar bastante", si bien "hemos logrado la prevención de riesgos, estando en una situación estable".
En declaraciones a los medios de comunicación, Galilea ha señalado que "a las 12,46 horas ha entrado una llamada a SOS Rioja indicando que había habido una explosión en el polígono, entrando a continuación más llamadas, que han dado veracidad a la primera información, y rápidamente SOS Rioja ha movilizado a Recursos de Bomberos, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, así como sanitarios correspondientes".
Posteriormente, ha proseguido Galilea "hemos tenido comunicación con la empresa, que nos ha indicado que había personas afectadas, confirmando a la llegada el fallecimiento de dos personas que estaban en el lugar de la explosión".
Ha explicado que la zona se compone de cuatro depósitos de unos 400 metros cúbicos cada uno, de los que dos contenían biodiésel ya terminado, y otros dos aceite crudo para el proceso industrial, "explotando uno de ellos, y afectando al resto de depósitos, que han tenido fisuras y fugas". "En estos momentos la intervención que tenemos es para contener el incendio del producto fugado, que es una mezcla de biodiésel y aceite crudo", ha señalado el jefe de Protección Civil.
Sobre la importante nube de humo, ha indicado que "dada la dirección del viento no está afectando a la población, no afectando, por tanto, a la localidad de Calahorra". El viento tiene una velocidad de 40 kilómetros por hora, con rachas que puede pasar de 50, que "hace que la pluma tenga un ángulo entre 20 y 45 grados, por lo que no debiéramos tener afección".
Galilea ha destacado que "el riesgo no solo lo tenemos contenido en la zona que se está incendiando, sino que tenemos que vigilar dos depósitos próximos, no colindantes, uno de metanol de 1.800 metros cúbicos y otro de metilato de 400 metros cúbicos, que tienen características de explosividad, y por eso contenida la radiación térmica con monitores fijos que refrigeran la zona".
"Apagar el fuego puede costar bastante", ha añadido, que ha explicado que "es aventurado el periodo temporal de la extinción", pero "hemos logrado la prevención de riesgos, estando en una situación estable". Ahora "estamos en las labores de refrigeración y extinción, y por eso se trata de que vaya a menos la radiación térmica", para ir reduciendo el radio de seguridad que está en un kilómetro.
Finalmente, el jefe de Protección Civil ha indicado que están trabajando en la zona 26 bomberos, 23 Guardias Civiles, otro de entre 10 y 15 sanitarios, y 5 en un puesto avanzado, a los que hay que sumar efectivos policiales que controlan los accesos.