LOGROÑO, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
Crear normativas más exigentes, mejorar el modelo de inspección y presentar un sistema de sanciones adecuados son para el periodista de investigación, Manuel Rico, algunas de las claves para ofrecer a nuestros mayores mejor calidad de vida en las residencias. Unas decisiones que, como indica, "no responde a cuestiones ideológicas sino a conciencia social".
"No es de izquierdas o de derechas que una persona en una residencia de mayores pueda tener una habitación individual si así lo desea, que haya gerocultoras suficientes para cuidarles... todo ello no son cuestiones ideológicas son valores para fomentar la dignidad de las personas mayores y esa es la batalla a la que nos debemos enfrentar".
El periodista Manuel Rico ha presentado esta tarde en el Ateneo Riojano el libro 'El escándalo de las residencias: ¿qué paso, qué aprendimos, qué debemos cambiar?' en el que intenta hacer un llamamiento a la sociedad a la reflexión "para entender cómo funcionan las residencias de mayores y veamos que hay cosas que deben cambiar".
En una conferencia separada en cuatro partes, el autor del libro ha abordado el negocio de las residencias, la 'Administración ausente', la primera ola de covid en La Rioja y el futuro de las residencias.
TITULARIDAD DE LAS RESIDENCIAS
Como ha destacado, en La Rioja, cuando llegó la pandemia, había 31 residencias (a día de hoy hay 36). De esas 31, 9 son de titularidad pública pero solo 3 son de gestión pública. "¿Eso qué significa?. Como en todo, no se puede generalizar, pero hay determinadas residencias que están en manos de fondos de inversión, de grandes grupos multinacionales que lo que quieren hacer es ganar el máximo dinero posible".
"Entonces yo creo que esto es un problema porque en una residencia ganar mucho dinero significa habitualmente tener poco personal y esto afecta a la calidad de vida de los residentes".
Como ha reiterado "no se puede generalizar, pero lo cierto es que la sociedad debe reflexionar y pensar qué podemos hacer para mejorar esta situación". Aún así -reconoce- "hay muchas residencias que funcionan bien. Sin embargo, especialmente las multinacionales y las empresas controladas por fondos buscan obtener el máximo beneficio posible. Es una burda mercantilización de los cuidados".
TRABAJO DE LA ADMINISTRACIÓN
Para el autor, entre sus propuestas para mejorar la situación se encuentra la necesidad de que hubiese más residencias públicas pero, también, es que "la administración cumpliese con su trabajo". Es decir "que no haya una administración ausente" y que trabaje en tres aspectos: "Unas leyes o unas normativas más exigentes, unas inspecciones que eviten su modelo erróneo y crear un sistema de sanciones que tampoco es el adecuado".
En el caso de las sanciones, ha explicado a Europa Press, "en La Rioja, entre 2014 y 2019 se impusieron 21 sanciones firmes. La cuantía más alta fue de 6.300 euros y 14 no llegaron a 2.000 euros. Esto supone la impunidad de quienes incumplen las normas. Y, en este sector, incumplir las normas es dañar el cuidado y la calidad de vida de los mayores".
"Entonces -ha afirmado- si esas tres cosas mejorasen, a los grupos que solo vienen a hacer negocio no les interesaría tener estas residencias porque no conseguirían esas grandes ganancias que tienen" y todo ello "ayudaría a mejorar la gestión".
Aunque no está en contra de la colaboración público-privada, el experto cree fundamental crear más residencias públicas y sino "tener una administración que realmente vigile que las personas están bien cuidadas".
"Sabemos que hay intereses muy poderosos por mantener la situación como está, pero es importante dar a conocer estas situaciones y que haya plataformas para poder plantear estos debates. Como sociedad, si hay un empuje y una presión para cuidar mejor a nuestros mayores, seguro que lo podremos mejorar".
El autor sabe que esta mejora "no será de un día para otro" pero lo importante "es ir mejorando poco a poco y el primer paso es reconocer que hay un problema".
"DÉFICITS ESTRUCTURALES"
Un problema que -como ha explicado- se acrecentó con la pandemia. "La pandemia sacó a la luz de forma brutal todos los déficits estructurales que había. También se tomaron decisiones erróneas pero la situación en España cuando llegó el covid era el de unas residencias con muchas deficiencias".
Ante ello "se sufrió mucho" pero hay que pensar en el futuro "yo creo que el mayor cambio desde la pandemia es que hay algo más de conciencia social y eso es bueno porque, como decía antes, es el primer paso para cambiar las cosas. Ahora bien, respecto a cambios estructurales, se ha hecho muy poco".
Así -reflexiona- "no sé hacia donde vamos pero sí que planteo hacia dónde deberíamos ir. Por un lado, es aumentar el número de profesionales porque eso redundará en una mejor atención, además debe cambiar el modelo de inspección".
"En La Rioja, por ejemplo, hay cuatro inspectores y aunque no es un mal número comparado con otras comunidades autónomas sigue siendo poco".
"Otro aspecto que yo considero urgente cambiar es, por ejemplo, las habitaciones dobles de las residencias. Cuando comencé a investigar me chocó mucho que una persona mayor, cuando entra a vivir a una residencia debe pasar a compartir su vida con un extraño, habría que pensar: ¿a nosotros nos gustaría eso?. Todavía hay mucho que mejorar y reflexionar", ha finalizado.
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