La sesión de la tarde ha terminado con momentos de tensión entre ambos acusados y la Policía Nacional ha tenido que separarles
LOGROÑO, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
La pareja de C.S.R. -el hombre de 38 años acusado por la muerte del hostelero de Cuzcurrita la madrugada del 1 al 2 de mayo de 2023 en su domicilio- ha desmentido esta tarde en sesión judicial las palabras de la hija del bodeguero, Yolanda Castillo, asegurando que "nunca dije a nadie que habían matado al viejo".
La segunda sesión del juicio por el crimen de Cuzcurrita -que cuenta con dos acusados- ha terminado este segundo día con un momento de gran tensión entre ambos al declarar la pareja de uno de ellos y llamar "perra" y "chivato" al otro acusado.
En ese momento se ha producido un encontronazo entre ambos que ha comenzado con el intento de lanzar una patada por parte de uno de los acusados, que no ha llegado a darle, y el otro le ha respondido levantándose y subiendo los puños, a pesar de estar ambos esposados. Los procesados, custodiados por Policía Nacional, han tenido que ser separados por los agentes para evitar mayores incidencias.
Durante la declaración de la pareja de C.S.R., ésta ha dicho que conoció a la hija del bodeguero en Haro "y ahí le di el pésame por la muerte de su padre. Yo antes no la había visto" por lo que desmiente que la haya conocido en un bar de Pradillo como Yolanda Castillo había declarado esta mañana.
También ha asegurado que, tras los hechos, ha recibido "amenazas" por parte de personas "que venden droga".
La pareja ha declarado este martes ante el juez que la noche de los hechos, al volver a casa, su novio le confesó que el otro acusado, A.D.G., golpeó a Guillermo en el interior de la vivienda y que le amenazó con las siguientes palabras: "Que tuviera cuidado si abría la boca".
VOLVIÓ A CASA "TRISTE"
Como ha explicado ante el juez, la madrugada del 1 al 2 de mayo de 2023, cuando sucedió el crimen del bodeguero y hostelero, su pareja volvió a casa "drogado y triste" y le explicó a su mujer que aquella noche "fue a pedirle dinero a casa del señor Guillermo" para consumir pero "pasó otra cosa y ya no se lo pudo pedir".
En este sentido, la pareja de C.S.R. ha corroborado la declaración realizada por su novio esta mañana al indicar que "éste fue a casa de Guillermo a pedir dinero y que le pidió a su compañero (el otro acusado) que se quedara en el coche pero éste se puso detrás de él y, cuando llegaron a domicilio, se abalanzó contra Guillermo".
Sí que le ha recriminado a su pareja que "fuera tan cobarde que no ayudara a Guillermo". "Aún así, aquella noche cuando volvió a casa me dijo que creía que Guillermo estaba bien".
Como ha indicado, en días o encuentros posteriores, le dijo a su pareja: "Si lo has hecho, lo tendrás que pagar".
"NO SE CAMBIÓ DE ROPA"
En el juicio de este martes también ha comparecido la hermana del otro acusado, A.D.G., quien ha reconocido ante el juez que la ropa que llevaba su hermano aquella noche, cuando volvió a casa después de los hechos, "era la misma que se llevó por la mañana". Es decir, "no se cambió de ropa" como indicaba la Fiscalía.
Sobre la noche de los hechos, ha relatado, que tras llegar a casa "después de trabajar, sobre las once menos cuarto de la noche" vio "que mi hermano no estaba en casa, llamé a mi hermano y como el teléfono lo tenía apagado llamé a C.S.R. (el otro acusado) y me dijo que estaba con él cambiando una rueda".
"Después de eso ya no llamé a nadie más" -ha afirmado- aunque la Fiscal ha enseñado las pruebas de varias llamadas hechas posteriormente.
UN EMPLEADO INTENTÓ LOCALIZAR A GUILLERMO
También esta tarde ha comparecido ante el Juez un empleado del propio Guillermo Castillo, con quien había quedado el 2 de mayo de 2023, la mañana después del crimen. Como ha explicado ante el Juez, aquel día, "le llamé varias veces, no me cogió el teléfono y, como no me cogía, fui a su vivienda sobre las 08,10 horas de la mañana. También llamé a su hija para que viniera porque no localizaba a su padre. Una vez allí me di cuenta de que la puerta estaba abierta".
El testigo, que entró en la vivienda dos veces, ha explicado que cuando entró en el domicilio, "estaba toda la casa revuelta" y cuando salí "me fijé que había mucha sangre, como cuando matas a un animal y lo arrastras".
Como testigo también ha declarado un amigo de Guillermo y de su hija desde el año 2002. A preguntas de la Fiscalía, el testigo ha dado veracidad a las palabras de la hija informando que días después "acudieron a Pradillo" donde vivía uno de los acusados y la pareja de él le reconoció "que se les había ido de las manos" y que "habían matado a un viejo".
También ha secundado las palabras de Yolanda Castillo cuando en la cena del día anterior llamó alguien "conocido" a la víctima. "La Policía me dijo que la llamada se había producido dentro del restaurante".
GARCÍA MONTES CREE QUE EL JUICIO "YA ESTÁ VISTO PARA VEREDICTO"
Tras la sesión de este martes, el abogado de la Acusación Particular, Marcos García Montes, (que defiende los intereses de la hija de la víctima) ha valorado que tras estos dos días de sesión "prácticamente el juicio ha quedado ya visto para veredicto. Ha quedado claro algo más para mí, y es que la tesis nuestra de que hay ensañamiento se ha acreditado y la de que no había drogodependencia también". También ha quedado clara "la vulnerabilidad de la víctima".
Además ha indicado que tras la declaración de la hermana de A.D.G. se plantean solicitar "que se deduzca falso testimonio" contra ella.
LAS PENAS
En el caso de ser declarados culpables, la Fiscalía solicita una pena de 27 años de cárcel para cada uno de los acusados, 23 por asesinato con alevosía y otros 4 años por robo en casa habitada para C.S.R. En el caso de A.D.G. le piden 4 años y nueve meses por el delito de robo. Por su parte, la familia solicita la prisión permanente revisable.
Además, el fiscal también reclama una pena de libertad vigilada durante diez años para ambos y que indemnicen con 300.000 euros a los dos hijos de la víctima.