LOGROÑO, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
El periodista Tulio Hernández ha afirmado esta mañana que Venezuela es un país al que "hay que recuperar de sus ruinas institucionales, morales, económicas y sobre todo de una Democracia en ruinas". Ha asegurado que "la gente tiene que entender que la Democracia en ninguna parte está asegurada, blindada, y hay que cuidarla y vigilarla, porque cualquier día, como nos pasó a nosotros, te despiertas y te das cuenta que no tienes Democracia".
El también escritor ha realizado estas manifestaciones a los medios de comunicación, antes de ofrecer la conferencia 'Experimento Venezuela: los totalitarismos del siglo XXI', que ha dictado en la primera sesión de las VII Jornadas 'Futuro en Español', que organizadas por 'Vocento' a través de diario 'La Rioja' y CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, se desarrollan en Logroño.
Hernández ha lamentado que en el extranjero "a la gente le cuesta un poco entender lo que ocurre" en Venezuela, y lo que pasa "es una experimento que denomino los totalitarismo del siglo XXI". "A diferencia del XX con el nazismo, el estanilismo o las dictaduras militares de Sudamérica, que eran abiertamente crueles, implacables y negadoras de la democracia, ahora los totalitarismo son de un nuevo tipo, en la era de internet, porque hay una gran vigilancia internacional, y tratan de no perder las máscara democrática".
El escritor ha apuntado que el modelo que creo Hugo Chávez en Venezuela "ha hecho que 2,5 millones de venezolanos nos vayamos del país - él, dice tuvo que huir al ser amenazado por el presidente de ir a la cárcel-, que tengamos la inflación más alta del mundo o donde conseguir leche o medicinas es muy difícil".
Hernández ha afirmado que "no es una dictadura militar, porque todavía se permite la existencia y hay elecciones, aunque fraudulentas; no es un modelo exactamente comunista, porque existe la propiedad privada y economía de mercado, aunque el aparato productivo ha sido destruido por el control del Estado; y no es una democracia, porque aunque hay elecciones, no hay autonomía de poderes, donde el sistema judicial, depende casi directamente de las órdenes del Ejecutivo".
Por tanto, para el escritor "hay que salir de este modelo, porque ha destruido la economía de un país, cuya imagen era de riqueza", hasta el punto de que "éramos el segundo exportador de petróleo, y ahora Venezuela compra gasolina".
No obstante, ha lamentado que según estudios "recuperar la economía como tenía Venezuela podría costar 20 años, pero lo más complicado será recuperar la moral de un país, donde cada fin de semana hay 150 asesinatos, donde matan para conseguir un móvil", por lo que "el sagrado valor de la vida se ha degradado, y donde las instituciones casi no existen". Además ha destacado que hay, por lo menos, 480 presos políticos, que en algunos casos han sido condenados a 29 o 30 años de prisión.
Ha señalado que los movimientos totalitarios "buscan ensombrecer el lenguaje y perturbarlo, para que diga una cosas y ocultar otras". En este punto, ha indicado que, por ejemplo, en Venezuela "existe un Ministerio de la Felicidad, que está muy preocupada por el idioma, que sanciona al periodista que habla de prostitutas en vez de trabajadoras sexual, o quien usa preso en vez de privado de libertad".