La Rioja fortalece su compromiso con la Economía Circular gestionando 949 toneladas de aceites industriales usados

Archivo - SIGAUS gestiona 4.414 toneladas de aceites industriales usados en Aragón en 2023, procedentes de 1.900 establecimientos
Archivo - SIGAUS gestiona 4.414 toneladas de aceites industriales usados en Aragón en 2023, procedentes de 1.900 establecimientos - SIGAUS - Archivo
Publicado: domingo, 15 septiembre 2024 11:36

    LOGROÑO, 15 Sep. (EUROPA PRESS) -

   La gestión del aceite industrial usado en La Rioja es un modelo ejemplar de cómo un residuo peligroso puede ser recogido en cualquier punto geográfico donde se genere y 100 por ciento aprovechado como materia prima o energía. Su gestión requiere de un sistema logístico que llegue a todos los rincones en los que se produce una gota de aceite usado, lo que incluye una amplia diversidad de actividades.

   En La Rioja, 528 establecimientos e instalaciones generaron aceites usados en 2023. En ellos SIGAUS recuperó 1.411 toneladas brutas de residuo (incluyendo un 33 por ciento de agua y sedimentos), a través de 1.146 operaciones de recogida en 64 municipios riojanos. El 49 por ciento de estos puntos generadores fueron talleres de reparación de vehículos, entre los que se incluyen establecimientos multimarca, concesionarios y talleres independientes.

   Sin embargo, la industria fue la actividad de mayor generación de este residuo, donde se recuperó el 43 por ciento (605 toneladas) del aceite usado generado en La Rioja durante el pasado año. El 57 por ciento restante se recogió en talleres y otros muchos sectores, como el transporte, la energía, la construcción, la agricultura, la hostelería y los servicios públicos (desde puntos limpios municipales o comarcales, hasta centros educativos, hospitales y fuerzas de seguridad y emergencias).

ÁREAS DE ESPECIAL DIFICULTAD

   El aceite industrial usado se genera de forma muy extendida y dispersa en todo el territorio, y especialmente atomizada en zonas rurales o de montaña, a menudo alejadas de los grandes núcleos urbanos y con menor densidad de población, donde se eleva el nivel de exigencia para el servicio de recogida. Durante el pasado año, el 77 por ciento de los municipios riojanos en los que se efectuaron recogidas fueron rurales. En estas áreas se recuperaron 526 toneladas de aceites industriales usados, el 37 por ciento de la cantidad total recogida.

   En las zonas de montaña, donde la orografía aporta una complejidad adicional para el servicio de recogida, se recuperaron 19 toneladas en 12 municipios. Por otra parte, en 36 municipios de menos de 1.000 habitantes se recogieron 87 toneladas de aceite usado.

   Adicionalmente, en zonas próximas a espacios naturales protegidos es especialmente importante la recuperación del residuo. En estos entornos se recogieron 17 toneladas de aceites usados, que se generaron en 12 establecimientos ubicados en las cercanías de 2 espacios protegidos. Un ejemplo, fue la recogida de 17 toneladas en 11 establecimientos en la Reserva de la Biosfera de Valles del Jubera, Leza, Cidacos y Alhama. El aceite usado puede ser especialmente nocivo en entornos hídricos (como ríos, lagos o embalses) porque no es biodegradable y por su capacidad de infiltración y bioacumulación.

   Se estima que el vertido de un litro de aceite usado puede contaminar un millón de litros de agua, y puede perdurar durante 15 o 20 años, impidiendo su oxigenación y dañando los ecosistemas acuáticos. En el entorno de recursos hídricos de La Rioja se recuperaron 7 toneladas de aceites usados generados en 7 puntos de generación.

UN RESIDUO VALIOSO CON INFINITAS VIDAS

   El aceite usado conserva en su composición recursos que le permiten ser aprovechado en su totalidad, transformándolo en nuevos productos, como bases lubricantes o un combustible similar al fuel óleo. La cantidad recogida en La Rioja durante el pasado año fue valorizada en su totalidad, una vez excluidos los impropios (agua y otros sedimentos).

   Del residuo neto finalmente gestionado (949 toneladas), el 86 por ciento se destinó a regeneración, tratamiento prioritario por ley que permite transformar el residuo en bases lubricantes, que son el componente fundamental en la fabricación de nuevos aceites industriales. Gracias a este proceso, fue posible reincorporar al mercado 511 toneladas de nuevos lubricantes, suficientes para llenar el cárter de 126.085 coches.

   El segundo tratamiento posible para el aceite usado es su descontaminación para obtener un combustible -llamado fuel BIA- que sustituye al fuel óleo tradicional, y que puede ser utilizado en centrales térmicas, hornos y otras instalaciones industriales. Mediante este proceso se trató el 14 por ciento restante del residuo recuperado.

   La obtención de estos productos a partir del aceite usado evita el uso de petróleo: 253.569 barriles se ahorraron por la gestión realizada en La Rioja. Además, se evitó la emisión de 617 toneladas de CO2 y se ahorraron 10 GWh de energía.

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