LOGROÑO, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
La consejera de Salud, María Martín, ha informado esta mañana que gracias a la incorporación de innovaciones terapéuticas en hepatitis C se está logrando mejorar el objetivo de eliminar esta enfermedad en La Rioja antes del año 2020, 5 años antes de la fecha estimada por los profesionales sanitarios.
Martín ha estado acompañada de la jefa de sección de Digestivo del Hospital San Pedro, Begoña Sacristán, el jefe del Servicio de Farmacia, José Ignacio Torroba, y el coordinador asistencial de Atención Primaria, Jesús Ochoa.
Asimismo, se han ofrecido los resultados obtenidos en los pacientes con hepatitis C tratados con los nuevos fármacos de 3ª generación que comenzaron a aplicarse hace año y medio. Además, se han dado a conocer los datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad que siguen situando a La Rioja como la comunidad con más pacientes tratados por ratio poblacional y por el grado de cumplimiento de las líneas del Plan Estratégico del Sistema Nacional de Salud para el abordaje de la hepatitis C crónica.
En concreto, en La Rioja ya se han tratado a 752 pacientes afectados de hepatitis C desde el 1 de abril de 2015, fecha en la que se comercializó los antivirales de 3ª generación (Harvoni y exviera-viekirax) hasta ahora. Previamente, con los antivirales de 2ª generación (Sovaldi, Olysio, Daklinza) se habían tratado a 60 pacientes, y con los de 1ª generación a 120 pacientes.
El éxito del tratamiento en cuanto a respuesta viral sostenida, es decir, eliminación del virus de la hepatitis C, es del 97 por ciento con la actual medicación. Las personas que no han respondido al primer tratamiento se encuentran ya realizando un segundo tratamiento y, si esto no es posible por la situación clínica, se está a la espera de disponer en los próximos meses de nuevas medicaciones.
Estos datos permiten que La Rioja siga ocupando el primer lugar en España en tratamiento administrados en relación a su población, lugar que mantiene desde el inicio del Plan Estratégico en abril de 2015. El logro de este objetivo se apoya en dos pilares, la implicación de la Consejería de Salud y la buena coordinación entre Atención Primaria y Especializada, ha destacado Sacristán.
En este punto, ha recordado que Salud asumió la innovación terapéutica que supuso la llegada de estos medicamentos y apostó porque todas las personas que necesitaran el tratamiento se beneficiaran de él sin otros límites que los meramente clínicos. Esto permitió que, de manera inmediata a la comercialización de la nueva medicación, se reforzase la colaboración entre Atención Primaria y Especializada para tratar a todos los pacientes ya diagnosticados previamente. Además, se diagnosticó a los pacientes que siendo portadores de la hepatitis C no habían sido previamente catalogados, desconocían su enfermedad.
Además se realizaron sesiones clínicas en todos los Centros de Salud para recordar los factores de riesgo que determinan que se puede tener hepatitis C con el propósito de, por una parte, iniciar las medidas pertinentes a su diagnóstico (análisis de sangre) y, una vez catalogado el paciente, remitirlo a consultas del hospital, siendo en general la derivación a través de consulta on line.
Este tipo de consulta proporciona agilidad y da rapidez al proceso, de manera que desde el Servicio de Digestivo se valora la petición de consulta realizada por el médico de Atención Primaria en 24-48 horas y, previamente a la consulta de especializada, se realizan las pruebas oportunas para filiar y catalogar el tipo de hepatitis C y grado de afectación del hígado. De esta forma, cuando el paciente acude a consulta del especialista, éste ya dispone de todos los datos necesarios para, si está indicado, iniciar el tratamiento antiviral de manera inmediata.
Torroba ha indicado que en los últimos tratamientos el Gobierno riojano ha gastado casi 15 millones de euros.
LA IMPORTANCIA DE ATENCIÓN PRIMARIA
El papel de la Atención Primaria es muy importante porque sobre ella pivota el Plan de Eliminación de la hepatitis C. El médico de familia es fundamental tanto para el diagnóstico, como para el tratamiento y la fase de evolución posterior, ha resaltado Ochoa.
Para la fase de diagnóstico de infección oculta, el médico es sensible y conoce el protocolo de actuación ante un eventual caso de sospecha. Durante el tratamiento el paciente dispone de un teléfono para cualquier duda o incidencia y también puede acudir a su médico de familia, que conoce la naturaleza del tratamiento, y ayuda al paciente en sus dudas, facilitando asimismo la adherencia al mismo.
En el fase posterior al tratamiento se han de seguir unos controles que se llevan a cabo de manera coordinada entre Atención Primaria y Especializada con el objeto de facilitar dichos controles y evitar desplazamientos de las personas al hospital. Además, de esta forma, el médico de familia tiene conocimiento e implicación en el proceso.
Asimismo, en abril del 2015 se puso en marcha un teléfono para resolver cualquier duda al respecto dentro de Salud Responde, a disposición de toda la población.