LOGROÑO, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
Desde el inicio de la pandemia, Salud ha impulsado iniciativas para mejorar la comunicación y humanizar la relación con los pacientes con COVID-19 y de estos con sus familias para mitigar la situación de aislamiento que conlleva la enfermedad.
El Servicio Riojano de Salud se ha sumado al esfuerzo permanente de humanización por parte de los profesionales sanitarios, más si cabe en una patología con una alta vulnerabilidad emocional por el distanciamiento con el entorno cercano del paciente.
Una de las últimas iniciativas puestas en marcha en el Hospital San Pedro es un protocolo de atención sociosanitaria al duelo para poder prestar apoyo psicosocial ante algunas de las consecuencias más dolosas que está teniendo la pandemia por Covid-19.
Tiene un doble objetivo: brindar apoyo social a las familias de personas fallecidas por COVID-19 para realizar un duelo por la pérdida de su ser querido en las condiciones menos traumáticas posibles en el contexto de la pandemia actual y, por otra, ofrecer apoyo psicosocial a las personas que tengan un impacto negativo en su salud (biopsicosocial) como consecuencia de la pandemia por COVID-19.
Asimismo, desde el inicio de la primera ola de la pandemia, con el objetivo de promover la comunicación de los pacientes con sus familias, se dispuso de móviles y tabletas para los enfermos con COVID-19, enmarcado en el proyecto 'Paciente conectado' de Fundación Orange.
El personal de enfermería y los trabajadores sociales han coordinado la disponibilidad de estos dispositivos que han garantizado la conectividad y han proporcionado alivio y compañía a los pacientes aislados por esta patología.
Desde la voluntad de humanizar la asistencia a los pacientes terminales con COVID-19, Salud ha garantizado desde abril de 2020 la posibilidad de despedida de un familiar, estableciendo medidas de protección especial para evitar la transmisión de la patología.
Para ello, el personal sanitario se comunica con la familia y le ofrece a uno de ellos la posibilidad de despedida. Si es factible, le proporcionan un equipo de protección individual (EPI) para evitar la transmisión del virus, garantizando la seguridad a esa persona que accede al hospital.
Para el total de pacientes, el personal sanitario mantiene una comunicación telefónica permanente con las familias para informarles de la evolución de su familiar afectado por COVID 19, intentando favorecer la máxima información en estas singulares circunstancias.
Por otra parte, cuando se han registrado hospitalizaciones de miembros del mismo núcleo de convivientes, se han efectuado ingresos pareados en una misma habitación.
Asimismo, para que los pacientes ingresados dispusieran de sus enseres personales durante su estancia hospitalaria, y ante la imposibilidad de que la familia los pudiera llevar directamente al enfermo, se estableció una red de auxiliares de seguridad que se encargaron de este cometido en las plantas con pacientes con COVID-19.
Además, se han favorecido y se favorecen iniciativas de humanización ante la pandemia, que incluyen, entre otras, la entrega de cartas, dibujos o mensajes de ánimo a estos pacientes que viven el ingreso hospitalario en soledad, lejos del apoyo de su familia y amigos, y que intentan suplir con gran humanidad los profesionales sanitarios.