LOGROÑO, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de 81 mujeres liberales riojanas -de la entonces provincia de Logroño- publicaron hace 200 años, el 26 de julio de 1822, una carta-manifiesto instando al rey Fernando VII a mantenerse fiel a la Constitución de 1812 y contra la deriva absolutista. Entre las firmantes, la madre y dos tías de Sagasta, y tías de Espartero y Olázaga.
Diego Moreno Galilea, doctor en Historia por la Universidad de La Rioja, las menciona en su artículo 'Ellas también luchan: riojanas en busca del protagonismo liberal' publicado en el número 170 de la revista Berceo del Instituto de Estudios Riojanos (IER).
Logroño fue un enclave importante durante el Trienio Liberal, hasta el punto de que 81 mujeres de las familias más ricas y conocidas de la provincia de Logroño publicaron en varios periódicos una carta-manifiesto dirigida al monarca Fernando VII con este cierre: "Constitución o sepultarse en las ruinas de la patria", en clara alusión a la reacción absolutista que se le intuía al monarca.
Después de la jura de la Constitución de Cádiz en enero de 1820 por parte del rey, este no se sentía cómodo con el régimen liberal y el 7 de julio de 1822 se produjo una sublevación absolutista, aplastada en Madrid por la Milicia Nacional.
En estos momentos, cuando sectores de la sociedad temían el regreso al Absolutismo, fue "cuando un grupo de mujeres riojanas de la alta sociedad se dirigieron a Fernando VII enviando un documento de protesta, en el que manifestaban su desagrado por el giro político de la monarquía", advierte Diego Moreno Galilea.
Estas mujeres son llamadas las "Marianas Pinedas riojanas", haciendo un paralelismo con uno de los mitos del liberalismo: Mariana Pineda, una abanderada de las ideas liberales ejecutada por el régimen de Fernando VII; aunque ellas no corrieran la misma suerte que la granadina.
El doctor en Historia por la Universidad de La Rioja señala que "puede resultar curioso que un grupo de mujeres logroñesas dirigiera sus súplicas al monarca en un episodio de desesperación", pero añade en su artículo en la revista Berceo del IER que "no hay que olvidar el carácter liberal" de la entonces provincia de Logroño: "un territorio que en 1812 ya había manifestado su identidad provincial y que fue un núcleo liberal de la Restauración, cuna de Sagasta, Olózaga y otros destacados liberales de la época".
Precisamente, las más destacadas de estas "Marianas Pinedas riojanas" estaban emparentadas, por ejemplo, con Práxedes Mateo-Sagasta (su madre y dos tías paternas), con Salustiano de Olózaga (dos tías paternas), con Juan de Orduña (su hija y su esposa), un industrial de Ezcaray; o con Xavier Santa Cruz (tío político de Espartero).
El texto de la carta-manifiesto es el siguiente:
"Representación que hacen al Rey varias señoras ciudadanas de Logroño
Señor:
El monstruo de la guerra civil se ha desencadenado. Su horrible cabeza alzada sobre el trono de V.M. os designa por la primera de sus víctimas ¿y aun estáis en la inacción? ¿Dudáis del inmenso poder de la heroica Nación Española? Olvidad que nuestros maridos, nuestros hijos han derramado arroyos de sangre para conquistar su libertad. Pensad en la que arde en sus venas para conservarla: disponed también de la nuestra, y que los enemigos de nuestra felicidad huyan o perezcan al ver el inmenso poder de que disponéis.
Alejad de vos los infames que os encubren vuestro riesgo. Rodeaos de hombres virtuosos que observen cómo Vos habéis prometido el sagrado juramento que repiten las que firman, CONSTITUCIÓN O SEPULTARSE EN LAS RUINAS DE LA PATRIA.
Logroño 26 de julio de 1822".
Aunque la publicación tuvo su eco y, a finales de agosto, otras trescientas madrileñas hicieron lo propio, "dirigiéndole una nueva carta al rey.
Sin embargo -añade el doctor Diego Moreno Galilea-, su iniciativa no tuvo el éxito que esperaban, pues finalmente, el rey acudió a los franceses para que le apoyaran a materializar sus intenciones" y, con los "Cien mil hijos de San Luis" comenzó la "Década Ominosa" (1823-1833), que terminó a la muerte del rey y la llegada al trono de su hija Isabel II, a los 3 años de edad, por lo que su madre, María Cristina asumió la regencia del reino, convirtiéndose por tanto dos mujeres en protagonistas de la política española decimonónica.
Paradójicamente, el siglo XIX es una época de la Historia de España en la que un hombre (Fernando VII) abandera los valores más tradicionales y reaccionarios de la sociedad, mientras que es una mujer (su hija, Isabel II) la que encarna los tiempos nuevos. No en vano, su tío el infante Carlos María Isidro de Borbón, que no consentía que una mujer ocupara su puesto, provocó tres guerras civiles en España entre 1833 y 1876.