LOGROÑO 8 Dic. (EUROPA PRESS) -
Congelar los nervios para recuperar la movilidad perdida tras un ictus. Ésta es la novedosa técnica que ha empezado a aplicar Viamed Los Manzanos denominada 'crioneurolisis'. Se trata de un procedimiento que consiste en bloquear la transmisión nerviosa aplicando frio al nervio tiene dos indicaciones: el tratamiento del dolor y el tratamiento de la espasticidad (rigidez muscular provocada en algunas lesiones del Sistema Nervioso Central).
La Unidad del Dolor del Hospital Viamed Los Manzanos es pionera en La Rioja en la aplicación de este tratamiento.
Un joven que sufrió un ictus hace unos meses ha sido el primer paciente al que se le ha aplicado la técnica de la crioneurolisis en el Hospital Viamed Los Manzanos. El objetivo: recuperar flexibilidad y movilidad en la musculatura afectada por el accidente cerebral para que mejore capacidad de marcha y de manipulación.
La semana pasada la Unidad del Dolor del hospital le sometió a este tratamiento consistente en el bloqueo de la transmisión nerviosa mediante la aplicación de frío hasta la congelación del nervio. Esta técnica, que no requiere ingreso hospitalario, tiene dos objetivos fundamentales: el tratamiento del dolor y el de la espasticidad.
La espasticidad es una secuela de algunas lesiones cerebrales como el ictus o medulares, que provoca una rigidez muscular que limita o incluso impide el movimiento articular.
La crioneurolisis es una tecnología muy antigua pero solo recientemente, hace apenas un año, se ha empezado a utilizar en España aplicada a la espasticidad.
La Rioja ha sido una comunidad pionera en este tratamiento liderado por los doctores Alfredo Rodríguez y Ana Meléndez, de la Unidad del Dolor del hospital Viamed Los Manzanos.
¿En qué consiste esta técnica?. Antes de la intervención de crioneurolisis, el equipo médico realiza un bloqueo del nervio o los nervios que estima que están afectados. Si el paciente considera que se encuentra mejor con el efecto con la anestesia (efecto muy breve de unas horas) entonces se procede a realizar la crioneurolisis, cuyo efecto es más prolongado, de varios meses o incluso un año.
La intervención consiste en la aplicación de una sonda a baja temperatura a un nervio periférico, de forma percutánea, con la finalidad de interrumpir la transmisión nerviosa. Se basa en el efecto Joule-Thomson, que postula que cuando un gas se somete a una expansión a través de una válvula o tubería estrecha, lo que reduce su presión, al expandirse se enfría rápidamente.
La crioneurolisis usa una sonda por la que circula un gas a alta presión, normalmente nitrógeno o dióxido de carbono, que no se pone en contacto con los tejidos, sino que enfría la punta de la criosonda congelando las moléculas de agua del tejido próximo. Es capaz de disminuir la temperatura hasta -70ºC, provocando una lesión de los axones y la mielina, reduciendo su hiperactividad. Se realiza sobre nervios motores sin componente sensitivo.