Actualizado 26/10/2010 21:55

La desamortización de las tierras monásticas con Enrique VIII provocó "un problema social impresionante", según experto

MADRID 26 Oct. (EUROPA PRESS) -

El escritor, empresario y miembro de la Catholic Record Society, Vicente Miró, ha afirmado que la desamortización de todas las tierras monásticas que tuvo lugar en Inglaterra en el siglo XVI con Enrique VIII provocó "un problema social impresionante" y abrió una época de "torturas" a los católicos.

En este sentido, Miró, que pronuncia este martes una conferencia en la Universidad CEU San Pablo sobre el tema 'Recusant History. persecución política a los católicos en Inglaterra (1533-1829)', ha apuntado, en declaraciones a Europa Press, que el cisma de Enrique VIII al casarse con Ana Bolena (1533) desafiando la autoridad del Papa, abre tres siglos de represión a los católicos en Inglaterra.

Así, Miró ha destacado que el momento en que Enrique VIII rompe los lazos con las instituciones de la época e Inglaterra se convierte en un "país canalla, fuera de la ley" . Esta situación, según ha apuntado, sería equivalente en la actualidad a la Libia de Gadafi o al Irak de Sadam Husein.

No obstante, ha indicado que los tiempos empeoraron con el hijo de Enrique VIII, Eduardo VI, que protagonizó uno de los momentos más representativos de la persecución ya que "obligó a prescindir de las vestimentas e instrumentos de culto, prohibió ir a misa, así como los sacramentos", aplicándose a los que incumplieran la "pena de muerte agravada" consistente en la castración, evisceración, y descuartización.

En cuanto a la persecución de los católicos en general, Miró ha remarcado que el origen de esta puede estar en el hecho de que el catolicismo es una "contra insidia". Así, ha explicado que es "una idea de esperanza" que anida en el corazón de las personas y que genera un "efecto revulsivo en muchas personas" que puede derivar en odio y persecuciones a los creyentes.

De esta forma, asegura que esa gente a la que alguien le transmite la idea de que es posible la salvación eterna nunca se la puede quitar de encima, quedándole siempre la duda, y generándole un "odio brutal" hacia aquel que lo cree firmemente. Por ello, Miró considera que este es el sentido último de las persecuciones: "Un odio hacia la gente que cree que un mundo mejor verdaderamente existe fuera de este".

En febrero, Miró pronunciará otra conferencia sobre las evidencias históricas que podrían indicar el hecho de que Shakespeare fuera "católico en la sombra" y que su obra se pueda entender "en clave de codificación de consignas políticas".

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