Defensores y detractores coinciden en que es "cercana, trabajadora y de trato exquisito", aunque suspende en oratoria
MADRID, 12 May. (EUROPA PRESS) -
La candidata de IU a la Comunidad de Madrid, Inés Sabanés, afronta su primer asalto a la Presidencia regional con la intención de que su formación sea decisiva a la hora de formar una alternativa progresista al Partido Popular, que gobierna en la región desde hace 12 años.
Consciente de que no va a ganar --en las elecciones del 2003 su formación logró nueve escaños, uno más que en 1999--, Sabanés reduce sus opciones a ser vicepresidenta de un ejecutivo presidido por el socialista Rafael Simancas, aunque durante la campaña buscará distanciarse de él para evitar la tentación de los electores hacia el voto útil.
Tras una intensa pelea entre las familias de IU, Sabanés fue elegida candidata a la Comunidad en sustitución de Gregorio Gordo, que había sido aupado a ese puesto por la mayoría en Madrid, controlada por el aspirante a la Alcaldía, Ángel Pérez. La candidata reconoce que los debates internos "restan energía y desgastan" a IU, pero mantiene que estas rencillas se producen "sin que cada uno descuide el trabajo que le toca".
Según un dirigente sindical, los enfrentamientos internos en IU son, precisamente, los que generan mayores dudas sobre el futuro de Sabanés, al considerar que "son muchos los que cuestionan su libertad de acción para llegar a acuerdos de gobierno con el PSOE".
A juicio de este interlocutor social, el fracaso para la izquierda en las anteriores elecciones autonómicas se debió a "la transparencia con que se llevaron a cabo las negociaciones para la formación de Gobierno, puesto que se conocieron demasiados detalles". "Si la negociación la hace Inés, se hará bien, si no, no hay garantías", apunta.
UNA CATALANA EN VALLECAS
Sus defensores dicen de esta catalana nacida en Cubells (Lérida) que "tiene la condena de estar en minoría dentro de su propia lista", pero es sin duda "la mejor candidata que IU podría tener para la Comunidad".
Vecina del barrio de Vallecas, casada y madre de tres hijos, se define a sí misma como una mujer impaciente, obstinada para conseguir los objetivos que se propone y con capacidad de diálogo. Celosa de su intimidad, explica sin tapujos que engrandece cualquier preocupación "hasta el punto de llegar a ser obsesiva".
Está convencida de que "los avances se hacen reivindicando mucho y que las reivindicaciones se deben realizar de manera permanente y firme". Rechaza las acusaciones de utilizar "la pancarta de manera oportunista" porque ella ha salido a la calle siempre.
Defensores y detractores de Sabanés concuerdan en que conoce a fondo los temas y está en contacto permanente con los ciudadanos, aunque muchos de aquellos apuntan que tiene una mejor imagen entre sus contrincantes que en su propia formación política. Las personas que trabajan cerca de Sabanés, de 53 años, dicen que es una mujer "cercana con la gente y muy exhaustiva en su trabajo".
"Quiere conocerlo todo de todos los temas, no se conforma con saber las cosas por encima", afirma uno de sus colaboradores. Si las temas no han quedado claros, vuelve una y otra vez sobre ellos. "Por ejemplo, si ha estado hablando con un vecino y piensa que algo no ha quedado claro, se vuelve a explicárselo bien", cuenta. Eso sí, "la hormiguita no es la alegría de la huerta".
JUGADORA DE BALONMANO
Sabanés se trasladó a Madrid en su juventud para licenciarse en Educación Física, y fue jugadora de la sección de balonmano del Atlético de Madrid en los años 70, "en una época en que mi equipo ganaba mucho", apostilla.
Afiliada al Partido de Acción Socialista (PASOC) y al sindicato UGT desde 1982, ha estado presente en IU desde su fundación en 1986. Trabajó como funcionaria en el Ayuntamiento de Madrid y fue diputada en el Congreso entre 1996 y 1999, año en el que se presentó por primera vez a la Alcaldía madrileña. Allí ha estado como portavoz de IU durante dos legislaturas: en las elecciones de 2003 Izquierda Unida obtuvo cinco concejales, uno menos que en 1999. "En el Ayuntamiento se lo sabía todo hasta extremos insospechados", dicen las personas que la vieron trabajar de cerca.
Más allá de la actividad institucional, Sabanés se ha distinguido por su continua reivindicación de distintas causas sociales, como la defensa de los derechos de gays y lesbianas. En su página web la definen como una mujer "de talante discreto, dialogante y reflexivo, que defiende una imagen reivindicativa de los valores de izquierda, pero sin estridentes dogmatismos".
Fuentes socialistas la califican de "coherente y discreta", pero dicen que su principal problema es su forma de expresarse. "Habla muy mal, su discurso es complicado, lo que hace que sus mensajes no lleguen bien al ciudadano", afirman. En esta misma línea, desde el PP indican que sus ideas "pueden resultar en ocasiones utópicas", aunque también subrayan que "su trato humano es exquisito".