MADRID, 31 May. (EUROPA PRESS) -
El 38,5 por ciento de los madrileños piensa que el alcohol puede tener efectos beneficiosos para la salud siempre que el consumo sea moderado, mientras que el 54,4 por ciento de quienes realizan un consumo de alcohol de riesgo no se ha preocupado nunca por la cantidad de alcohol que ingiere.
Así se desprende del estudio Lundbeck 'Percepción y Conocimiento del Alcoholismo en España', realizado por Madison, Market Research, que alerta de que en torno a una cuarta parte de la población adulta madrileña realiza consumos elevados de alcohol y, además, tiene escasa conciencia de riesgo en relación a esas cantidades de alcohol que consume.
La doctora Enriqueta Ochoa, psiquiatra responsable de adicciones del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, y miembro de la junta directiva de la sociedad científica Socidrogalcohol ha señalado que "esa poca percepción de riesgo se debe a la normalización y banalización del consumo elevado de alcohol".
Las cifras que la Organización Mundial de la Salud establece para el consumo de riesgo (4-6 Unidades de Bebida Estandar UBEs en varones y 2-4 UBEs en mujeres) son superadas por una cuarta parte de la población, que además suele considerar positivo esa tolerancia al consumo excesivo de alcohol. El consumo abusivo de esta sustancia se relaciona con el riesgo de desarrollar dependencia y también con la aparición de diversas enfermedades orgánicas como las cardiovasculares y digestivas, principalmente, así como con accidentes, tanto de tráfico, como laborales y domésticos, y episodios de violencia.
"No hay que olvidar que un porcentaje importante de los ingresos hospitalarios que se producen habitualmente están vinculados con enfermedades relacionadas con el consumo de alcohol o agravadas por ese consumo", señala.
Según el estudio, uno de cada cinco madrileños de 18 a 65 años (21,3%) realiza un consumo de alcohol considerado de riesgo. Casi el 8 por ciento de los encuestados consume alcohol cuatro o más veces a la semana y el 13,8 por ciento afirma hacerlo de dos a tres veces semanales. A pesar de estas cifras, el 71 por ciento de los madrileños que consume alcohol califica su consumo como bajo o muy bajo y el 26,3 como moderado. Tan solo el 2,7 por ciento cree que su consumo de alcohol es alto.
CAUSA DE LA MUERTE DE UNO DE CADA SIETE HOMBRE
El alcohol produce la muerte de uno de cada siete hombres y una de cada trece mujeres en Europa, siendo responsable del 3,6 por ciento de los fallecimientos en España. Además, se le relaciona con el riesgo de desarrollar más de 200 enfermedades, según el último informe de la OMS sobre la situación mundial del alcohol y la salud en 2014i.
El consumo abusivo de alcohol entre la población general influye negativamente en todos los parámetros de riesgo cardiovascular y aumenta la incidencia de síndrome metabólico, caracterizado por obesidad, diabetes, hipertensión y altos niveles de colesterol y/o triglicéridos. De igual modo, la relación entre el trastorno por consumo de alcohol y otras patologías mentales como la depresión es evidente, por lo que la reducción del consumo de alcohol se relaciona con mejoras de la salud en trastornos como la depresión.
Por todo ello, la ingesta abusiva de alcohol representa un importante reto de salud pública que exige la puesta en marcha de medidas urgentes, tanto por la carga de enfermedad y sufrimiento que produce como por los costes asociados que conlleva, así como por ser una de las primeras causas prevenibles de morbilidad y mortalidad.
CUÁNDO SE DETECTA EL RIESGO
El 28 por ciento de los encuestados en Madrid considera admisible una cantidad de alcohol que ya es de riesgo, al pensar que el consumo diario de alcohol puede suponer un riesgo para la salud a partir de las 5-6 UBEs o más de 6 Unidades de Bebida Estándar.
Para el Profesor Julio Bobes, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría, "el abuso y adicción al alcohol sigue siendo, junto con el consumo de tabaco, la adicción más prevalente que invade nuestro país y, por lo tanto, un problema de salud pública de primer rango".
Además, este estudio de percepción concluye que en las diferentes etapas de la vida existe "una clara subestimación de los riesgos que conlleva el abuso y adicción al alcohol, por lo que es necesario informar y facilitar los accesos a las intervenciones preventivas y a los distintos tratamientos".