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EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 20 octubre 2017 14:57


MADRID, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -

El acusado de hacerse pasar por Guardia Civil e intentar retener a una mujer ha asegurado este viernes que lo hizo bajo los efectos de la cocaína y el alcohol, y que consiguió el carnet de la Benemérita y los grilletes como "atrezzo", debido a su trabajo como tramoyista en un teatro.

Durante el juicio, que se ha celebrado este viernes en la Sección 29 de la Audiencia Provincial de Madrid y que ya ha quedado visto para sentencia, el fiscal ha reiterado su petición de 10 años de prisión para Jeremías O.V. por delitos de falsedad en documento oficial, usurpación de funciones públicas y detención ilegal, así como una indemnización de 2.000 euros, mientras que el abogado de la defensa ha solicitado que se le retiren los dos primeros y que el de detención ilegal sea en grado de tentativa.

Además, ha pedido el eximente total o atenuante porque su cliente "se encontraba bajo los efectos del alcohol y de la cocaína" en el momento de lo sucedido. En el último caso, ha reclamado una pena de seis meses o un año.

Durante su declaración, la víctima de 21 años ha roto a llorar mientras explicaba que tiene pesadillas todas las noches desde los hechos, que sobrevive "a base de antidepresivos" y que le da miedo salir a la calle.

Según se recoge en el informe de calificación provisional del Ministerio Público, elevado en el juicio a definitivo, el acusado se apoderó de un carnet de la Guardia Civil perteneciente al cuerpo de la Internacional Police Association y colocó posteriormente en él su propia fotografía. Al no encontrar su identificación, el verdadero titular del documento ha confirmado en su declaración que denunció en comisaría su desaparición.

El fiscal explica que el 12 de marzo de este año, sobre las 23 horas, el acusado se dirigió a las instalaciones de Metro de Madrid de Pavones y, ante una empleada de ese servicio, exhibió el carnet y se identificó como miembro de la Benemérita. Le informó, además, que se encontraba de servicio haciendo vigilancia por la zona "con motivo de la posible presencia de un violador de niños, todas ellas circunstancias ficticias".

Unos quince minutos más tarde, de acuerdo con el Ministerio Público, el acusado salió de la estación y se dirigió a una parada de autobús, donde se acercó a una mujer y "la abordó de manera inopinada".

El acusado asegura que se dirigía a su casa donde vive con sus padres, que "está a unos pocos metros", tras pasar un día entero en un bar "bebiendo y consumiendo cocaína". Entonces, tras salir de dicho establecimiento, escuchó unos golpes en una de las marquesinas de la parada -- que estaba provocando la víctima, según Jeremías, y que la víctima ha negado-- y, por ello, se dirigió a observar qué ocurría.

"NO VAS A NINGÚN LADO, TE VAS A VENIR CONMIGO"

Nuevamente, de acuerdo con la Fiscalía, se identificó como miembro de la Guardia Civil, exhibió el documento trucado y le dijo, entre otras cosas: "Tú no vas a ir a ningún lado, no vas a subir el autobús. Te vas a tranquilizar y te vas a venir conmigo". Unas palabras que ha confirmado la víctima.

Este hecho, según el acusado, se produjo porque observó a la joven llorando porque su novio "le había pegado", algo que la propia chica ha desmentido. Entonces, Jeremías afirma que la invitó a que denunciara lo sucedido y a que se tranquilizara.

Momentos después llegó el bus, y el acusado "impidió que la mujer se subiera y la engrilletó, poniendo sus muñecas a la espalda", según el Ministerio Público, pero Jeremías niega que retuviera a la chica contra su voluntad, pues ella le dijo que "iba a ir a dar patadas por ahí, a liarla parda", por lo que sostiene que intentó detenerla de hacer lo que describía poniéndole los grilletes.

En ese momento, el fiscal asegura que el supuesto agresor informó a su víctima que estaba detenida y que se las llevaba a su casa para que ambos "se relajaran juntos". Todo eso ocurrió, según la víctima, mientras Jeremías se reía "de forma extraña".

Avanzaron unos metros, "en dirección a la comisaría para poner la denuncia contra su novio", según el acusado, y justo en ese momento, un agente de la Policía Nacional presenció los hechos e impidió que el acusado se llevara a su víctima.

Este agente, que se encontraba fuera de servicio, alertó a una patrulla de Policía Nacional, que se personó en el lugar de los hechos a los pocos minutos. Durante su declaración, ha explicado que separó unos metros a la víctima de su supuesto agresor, "para tener la situación controlada", y que mantuvo dicha situación hasta que llegaron los efectivos policiales.

De acuerdo con las palabras de ese agente fuera de servicio, la víctima entonces se dio cuenta de que el hombre que la retenía no era Guardia civil, y comenzó a espetarle gritos de "violador o pederasta".

Mientras que este hombre llamaba a los agentes, sostiene que el acusado arrojó a unos arbustos la cartera con esa presunta documentación falsa, que fue localizada posteriormente por los agentes. Jeremías ha alegado que se deshizo de la cartera porque contenía cocaína.

Cuando llegaron dos patrullas de la Policía Nacional a los hechos localizaron dicha cartera, y procedieron a detener al acusado al comprobar que no era realmente Guardia Civil. Todos los agentes que han declarado han defendido que Jeremías se comportaba de forma "especialmente tranquila para un caso así", y que no olía a alcohol ni presentaba síntomas de haber consumido ninguna droga de carácter psicotrópico.

CONSUMIÓ ALCOHOL Y COCAÍNA, SEGÚN SU DEFENSA

A estos dos últimos datos ha alegado la defensa, que ha defendido que en el momento de los hechos el acusado se encontraba bajo los efectos de la cocaína y del alcohol, "algo fácilmente posible dado su historial". El médico forense que practicó un análisis a Jeremías aproximadamente un mes después de los hechos ha confirmado que posee alcoholismo crónico, así como una adicción a la cocaína. Esto ha sido confirmado por el propio acusado y por su hermana, que ha declarado como testigo a petición de la defensa.

Además, se ha presentado un análisis realizado dos días después de los hechos, en los que Jeremías dio positivo por cocaína. De acuerdo con lo expuesto por su defensa, estos estudios tienen un alcance de dos o tres días, por lo que es "bastante probable" que consumiera cocaína el día de lo ocurrido.

En relación a la petición de delito de falsedad en documento oficial, el abogado de Jeremías ha alegado que no se trata de un carnet de un organismo oficial, sino de "una asociación de policías a la que se puede entrar sin serlo". En cuanto al de usurpación, asegura que su cliente no realizó funciones propias de un Policía o un Guardia Civil.

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