MADRID 12 Dic. (EUROPA PRESS) -
Afectados por las obras de ampliación de la Línea 11 de Metro en el barrio de Comillas han denunciado este jueves, coincidiendo con la visita a los trabajos de la futura estación de Comillas de la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, que no se tenga en cuenta a los vecinos en el proyecto, mientras que la jefa del Ejecutivo autonómico ha resaltado que se ha hablado con ellos en todo momento "para mejorar las obras y, sobre todo, facilitar la vida diaria al barrio".
En un comunicado, las entidades ciudadanas que representan a la población de este barrio de Carabanchel como la Asociación Vecinal Parque de Comillas y la Asociación de Familias del Alumnado del colegio Perú han censurado que no se les haya informado de la que es la segunda visita institucional a la zona de la presidenta regional. En cualquier caso, varios de ellos se han acercado al lugar para tratar de interpelar a Ayuso.
En este sentido, la presidenta ha admitido que las obras causan molestias a los vecinos en su día a día pero ha recalcado que la intención del Ejecutivo es ayudarles para que "todo sea más fácil".
"Hemos estado hablando ahora con vecinos que nos trasladaban sus preocupaciones y cómo creen que podemos mejorar todavía más este ritmo de trabajo para facilitar, mientras tanto, el día a día de los vecinos, que quien tiene de abajo de casa una obra o enfrente de un colegio pues es molesto. Y tienen toda la razón. Queremos ayudarles a que todo sea más fácil y que, por supuesto, esta obra acabe lo antes posible porque en el futuro van a contar con nuevos parques, nuevas zonas verdes, nuevas zonas para jugar, para recreo y también van a tener conexión con uno de los mejores suburbanos", ha resaltado.
Durante su intervención en el acto, Ayuso ha insistido en que desde la Comunidad de Madrid se ha estado en contacto con los vecinos "para mejorar las obras y, sobre todo, facilitar la vida diaria al barrio". Todo ello con medidas entre las que ha citado nuevas pantallas para absorber el sonido, refuerzo de las ventanas del Colegio Perú, un exhaustivo método de limpieza de los camiones cada vez que salen de la obra para no manchar las calles del distrito, además de establecer un horario para ellos que afecte lo menos posible al tráfico y a los vecinos.
CRÍTICAS VECINALES
Por su lado, los vecinos han recalcado que la administración ha propuesto a las asociaciones "un rediseño de la zona alejado de las necesidades del barrio". "De nuevo, lamentamos esta falta de transparencia y comunicación en unas obras de calado como estas que han arrasado las 5 hectáreas del único pulmón verde del barrio. Entendemos que unos trabajos de tal magnitud no pueden realizarse a espaldas de la población afectada. Demandamos información sobre el proceso, el cronograma de obra o saber cuándo llegará la tuneladora y cómo afectará a la cimentación de las viviendas cercanas y al colegio", alegan desde estas asociaciones.
Tras recalcar que la parada de Metro en Comillas es "una demanda histórica" de los vecinos, han aclarado que no están en contra de las obras sino "de la manera de realizarla". "La extracción diaria de toneladas de tierra y escombros y el tráfico de vehículos de tonelaje en un barrio de calles estrechas y densamente poblado requiere de unas medidas extremas de seguridad y salubridad que no se están dando", han defendido.
En esta línea, han recordado que la administración "ha rechazado la instalación de medidores de ruido y partículas" en el Colegio Perú, un centro escolar al que acuden a diario cerca de 600 niños de entre 4 meses y 12 años, y que desde este curso cuenta con siete aulas de educación especial, "población más sensible a los efectos de las obras".
"Hasta la fecha, la Comunidad de Madrid ha ignorado el grueso de las peticiones de información y las demandas formuladas por las asociaciones vecinales", han lamentado desde estos colectivos, que lamentan que la única petición atendida haya sido "el refuerzo de una parte de las ventanas del colegio Perú, separado a solo 25 metros de la valla de obra, pese a que se pidió cambiar la totalidad de las mismas", y la instalación de unas pantallas acústicas "que han resultado ineficaces".
Según relatan, también se ha rechazado la comisión de seguimiento, "recurso habitual en otras obras públicas de similares dimensiones". Actualmente, han explicado, "la lucha del barrio camina hacia el diseño del nuevo parque tras las obras, un proceso que involucra al Ayuntamiento y a la Comunidad de Madrid y en cuyo resultado espera la vecindad poder participar".
"Nos enviaron un proyecto farragoso de regeneración del parque de Comillas, con hasta cuatro propuestas sin concretar la elegida y en el que predominaban, entre otros, grandes extensiones de caminos pavimentados, una gran pista de asfalto con gradas, un kiosco, zonas de pradera valladas o bancos sin respaldo. Iniciativas que nada tienen que ver con lo que el barrio desea y necesita para hacer frente a los retos de la crisis climática", han explicado.
Ambas asociaciones vecinales enviaron encuestas para pulsar la opinión del barrio a este respecto, cuyos resultados apuntan a amplias zonas verdes, al incremento de arbolado respecto a la cifra anterior, a caminos de arena para mitigar el impacto de la isla de calor en verano, fuentes, bancos con respaldos y áreas infantiles con sombras.
"Queremos un parque para disfrutarlo la vecindad, no para que los turistas se hagan fotos ni que sea una mera zona de paso camino al metro. Rechazamos esas extensiones de asfalto que luego se puedan alquilar a eventos privados como sucede en otros parques madrileños. Comillas sigue siendo un barrio de vecinos y vecinas, y queremos que el nuevo parque sea el lugar de encuentro vecinal que siempre fue", han defendido.
PRIMER AÑO DE LAS TALAS EN COMILLAS
En el comunicado también recuerdan que este 11 de diciembre se cumplió el primer año desde que comenzaron las talas en el parque de Comillas, con la desaparición, según dicen, de 139 árboles sanos y de gran porte, y han advertido del impacto de la nueva tuneladora de 10 metros de diámetro que excavará el nuevo trazado del túnel.
"No es lo mismo construir una estación de metro, que también habría conllevado cierta destrucción arbórea, que utilizar las 5 hectáreas de parque para todo lo que conlleva una tuneladora. Había otras alternativas menos lesivas para el medio ambiente, y la Comunidad de Madrid las desoyó todas", han alegado.
Desde la Comunidad de Madrid, la presidenta regional ha subrayado que el objetivo de su Gobierno es avanzar en un Metro que "sea más popular, más humano, que esté en todos los barrios, en todos los rincones de la geografía, pero que facilite el día a día a todos los vecinos".
"Ahora que seguimos creciendo demográficamente, nos parece muy necesario hacerlo en equilibrio y que podamos llevar vida, oportunidades, empleos, negocios a todos los rincones de la región, y que duda cabe que el transporte es fundamental para que no le falte nada a nadie. Y por eso también, en esta legislatura, vamos a ser todos testigos de esta importantísima ampliación y modernización del metro de Madrid que, sin duda, es uno de los mejores del mundo", ha zanjado.