MADRID, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
El agente de la Policía Municipal de Madrid procesado por una agresión racista a un chico en las fiestas del barrio del Pilar de 2019 ha negado los hechos este miércoles en el juicio que se ha celebrado en la Audiencia Provincial, mientras que la víctima y sus amigos ratifican la paliza sufrida.
Este juicio ya se celebró en 2022, pero el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ordenó repetirlo, revocando una sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid que había condenado al agente a un año y medio de prisión por un delito de lesiones motivado por el color de piel del joven. La Audiencia absolvió al otro agente implicado. El TSJM consideró que se omitieron pruebas relevantes y testimonios de otros policías que podían exculpar al acusado.
En la vista oral que se ha celebrado esta mañana, el agente ha negado la agresión, reiterando que solo se identificó al joven y se le trasladó a un sitio más apartado "con la fuerza mínima indispensable" para separarlo del grupo. Y ha afirmado que solo se le sujetó el brazo para impedir una posible agresión dado el estado hostil, ya que antes les había increpado.
La víctima, que era menor en el momento de los hechos, ha mantenido su relato del primer juicio, afirmando que fue llevado a unos arbustos y golpeado con fuerzo, lo que le llevó a ser operado de la mandíbula y permanecer hospitalizado varios días. Un testimonio que ha sido ratificado por sus amigos allí presentes ese días
Varios policías también han sido llamados a declarar, señalando que no estuvieron presentes en los hechos pero que no fueron conscientes de que se produjera ninguna agresión por parte de un compañero suyo ese día, y por ello no se reconoce en las actas.
El abogado del encausado ha solicitado considerar una atenuante por dilaciones indebidas, además de cuestionar la veracidad de los testigos y el carácter racista de la agresión. También ha argumentado que la denuncia buscaba obtener dinero y ha negado el carácter racista de la agresión indicado que la víctima no es negro.
Por su parte, el Ministerio Fiscal ha mantenido su solicitud de dos años de prisión para el agente por un delito de lesiones con agravante de discriminación racial, afirmando que aunque varias personas saltaron la valla, el procesado solo exigió la salida inmediata del lugar menor negro.
La acusación particular ha solicitado cinco años de prisión para el agente por un delito de lesiones agravado por omisión del deber público y alevosía. Ambas acusaciones han pedido una indemnización de más de 7.000 euros para el joven, a ser pagada por el Ayuntamiento de Madrid como responsable civil subsidiario. El juicio ha quedado visto para sentencia, que se conocerá en los próximos días.
ESCRITO DE LA ACUSACIÓN
Según el escrito de acusación, sobre las 3.45 horas de la madrugada del 13 de octubre dos policías municipales de Madrid pertenecientes al distrito de Fuencarral se encontraban en el ejercicio de sus funciones cubriendo la seguridad y control de acceso a la zona de la Vaguada por las fiestas.
Cuando llegó la hora del cierre de acceso a las fiestas, los agentes observaron a varios individuos saltando la valla para introducirse en el recinto ferial. Los acusados, "aun cuando fueron varias las personas que saltaron la valla", solo requirieron a un menor para que saliera del recinto inmediatamente al haber concluido el horario de fiesta quien, a su vez, era la única persona que había saltado y que era de color negro.
Fue entonces cuando el menor se dirigió a los agentes manifestándoles "detrás de una placa somos todos muy graciosos", tras lo cual, junto con un tercer policía no identificado, le agarraron de los brazos y le desplazaron hacia unos arbustos existentes en las inmediaciones y que impedían la visualización de sus actos, "lugar donde le propinaron varios puñetazos en la cara".