Granados Y Aguirre En La Reunión Del Comité Ejecutivo Regional Del PP De Madrid
PP DE MADRID/EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 4 noviembre 2014 18:26

MADRID 4 Nov. (EUROPA PRESS) -

La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, perdió la confianza en el que fuera su número tres, Francisco Granados, después de que el ahora detenido y presunto cabecilla de la Operación Púnica filtrara el anuncio estrella del Debate del Estado de la Región del año 2010.

Se trataba de la reducción del número de liberados sindicales en la Administración regional, una medida con la que la entonces presidenta de la Comunidad pretendía dar un golpe de efecto en la sesión del Debate del Estado de la Región y que quedó deslucido tras la filtración de Granados, producida durante una comida con la prensa que tuvo lugar un día antes.

Aguirre, que ha calificado este martes de "gran traición" lo que ha hecho Granados, ha explicado que le cesó, primero como consejero y después como secretario general del PP de Madrid pero por "nada que tuviera que ver con la corrupción" sino porque pensaba que el secretario general "tenía que tener más dedicación al partido y no a sí mismo". La "gota que colmó el vaso" fue esta filtración, ha dicho.

Aguirre también ha explicado que esperó a que pasasen las elecciones generales de noviembre de 2011 para cesarle para que, si no se sacaba un buen resultado, no se lo achacaran al "lío del secretario general del PP de Madrid".

La presidenta del PP dio la campanada en junio de 2011, cuando dio a conocer la composición de su nuevo Ejecutivo, en el que no había ni rastro de Granados, hasta entonces su número tres y uno de los hombres de su más estricta confianza. El ahora detenido llegó a reconocer que no se esperaba su salida del Gobierno regional aunque matizaba que nunca pensaba en su futuro político ya que se podía "servir a España" desde muchos puestos.

Aguirre sí le mantuvo como secretario general del PP de Madrid y llegó a ofrecerle entonces la portavocía del Grupo Popular en la Asamblea, cargo que el valdemoreño rechazó al considerarlo una degradación aunque esto nunca lo reconoció en público y la versión oficial que dio fue la de la importancia de tener un portavoz en la Asamblea y otro en el partido.

Pasadas las elecciones generales de 2011 y tras la filtración que supuso "la gota que colma el vaso", Aguirre decidió apartar a Granados de la Secretaría General del partido. Entonces, argumentó su decisión en la "falta de confianza" y puso de número dos al ahora presidente de la Comunidad, Ignacio González.

Granados aseguró entonces que se iba "con la cabeza muy alta" porque dio "lo mejor" de sí mismo. También agradeció a la presidenta la confianza que depositó en él y destacó su satisfacción por el trabajo hecho, realizado durante los años en los que el PP obtuvo sus mejores resultados.

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