MADRID, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha pedido este viernes al Cristo de Medinaceli el fin "del drama de la pandemia y de la guerra en Ucrania", así como que Madrid sepa afrontar la crisis económica y social "sin dejar a nadie atrás" ante la imagen del Cristo de Medinaceli.
La tradición establece que el primer viernes de marzo se celebre el besapié, suspendido por la Covid-19, y para eso el templo se abre desde la medianoche del jueves al viernes y cierra sus puertas cuando no quedan más fieles en la calle esperando a entrar, sea la hora que sea.
Aplaudido a su llegada por las personas que hacían cola, el primer edil madrileño ha indicado que hoy "es un día importante para la ciudad" porque, con independencia de que se sea o no creyente, "es una de las tradiciones más arraigadas de la ciudad y que formará parte del futuro".
Fieles y devotos acuden todos los viernes del año al Cristo de Medinaceli, a las espaldas de Neptuno. La imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno pertenece a la Escuela Sevillana del taller de Juan de Mesa o alguno de sus discípulos.
Fue tallada en la primera mitad del siglo XVII en Sevilla y llevada por los Capuchinos a la plaza fuerte de Mehdía o Mámora (Marruecos), para culto de los soldados españoles.
En abril de 1681 cae prisionera de los moros, la arrastran por la calles de Mequinez, y la rescatan los Trinitarios, llegando a Madrid en el verano de 1682, donde llega con fama de milagrosa. Ese mismo año se organiza la primera procesión a la que se dice asiste el "todo Madrid", pueblo fiel, nobleza y casa real.
Debido a diversos avatares históricos, la imagen ha recorrido varias iglesias de Madrid y en los años 1936-1939 fue trasladada a Valencia, Cataluña y Francia, para terminar en Ginebra (Suiza), participando juntamente con todo el tesoro artístico español en una gran exposición de arte en el Palacio de la Sociedad de Naciones.
Terminada la Guerra Civil regresa a su iglesia de la plaza de Jesús, en Madrid, donde es visitada continuamente por sus fieles y seguidores, entre los que se incluyen miembros de la nobleza y de la Casa Real.