Las cámaras captaron al acusado corriendo tras el crimen y con la misma camisa que el día que se entregó
MADRID, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los agentes de la Policía Local de Albacete a los que se entregó Antonio Leal, acusado del asesinato de Esther Escobar, han relatado en el juicio que les manifestó que había matado a su pareja porque estaba "cansado" de que se acostara con otros hombres.
La Audiencia Provincial de Madrid ha arrancado este martes la prueba testifical de la vista oral con los agentes que intervinieron en su detención y los policías que se entrevistaron con los testigos directos del crimen y con la familia de la víctima.
El crimen de Esther, de 40 años y madre de 4 hijos, se produjo a las siete de la tarde del 26 de febrero de 2020 cuando la mujer caminaba por el número 6 de la calle Virgen de los Reyes, en Ciudad Lineal. El asesino se le acercó y le disparó en la sien a bocajarro. Tras el disparo, huyó del lugar.
En su declaración, el presunto asesino se retractó ayer de su confesión y manifestó que la mujer tenía deudas con el club de alterne en el que ejercía la prostitución, indicando que huyó por temor a que le mataran también a él.
En la sesión de esta mañana, el tribunal ha escuchado el testimonio de los policías de Albacete ante quienes se entregó el acusado. Los agentes iban patrullando cuando Antonio les paró haciendo aspavientos con los brazos y les comentó que había matado a su pareja, comprobando que en Madrid había una orden para su localización. Los policías comprobaron que tenía un tatuaje en el interior de la mano en el que podía Esther.
ACOSO A LA VÍCTIMA
Uno de los agentes que se desplazó al lugar del crimen ha detallado que la Policía Científica recogió vestigios en el escenario del asesinado, tomando muestras del charco de sangre que había bajo la víctima y recogiendo una vaina utilizada en el disparó mortal que mató a la víctima.
Las hermanas de Esther comentaron a la Policía que sufría acoso por parte de Antonio al estar "obsesionado" con ella y que en una ocasión le llegó a amenazar con un resolver. Dos testigos directos del crimen describieron físicamente al asesino como una persona baja, calva, con barba y con complexión fuerte, datos que encajan con la fisonomía del acusado.
Uno de los investigadores del Grupo VI de Homicidios ha relatado que las cámaras de videovigilancia de un local grabaron a Antonio por la mañana con Esther en la misma calle en el que se produjo 8 horas después del crimen. En ese momento, el supuesto agresor le entregó una bolsa de ropa para que la mandara a su país.
Vestía una camisa de cuadros de colores, la misma que llevaba el día que se entregó a los agentes de Albacete. En el análisis de este prenda, se detectaron restos de pólvora.
Esas mismas cámaras de seguridad le grabaron sobre las siete de la tarde, momento del disparo a la víctima, huyendo a la carrera de la calle Virgen de los Reyes.
Otra de las investigadoras ha descartado que la mujer tuviera problemas de drogas con el club de alterne o que tuviera deudas con el mismo, versión que mantuvo ayer el acusado.