MADRID 23 Mar. (EUROPA PRESS) -
Entre el bullicio de la Gran Vía y la calma del Retiro, Madrid esconde poesía. Desde los grandes dramaturgos del Siglo de Oro que poblaron el Barrio de las Letras hasta los poetas del 27, la capital ha sido musa e inspiración de generaciones de escritores.
A escala mundial, el segundo arte conmemora el Día Internacional de la Poesía cada 21 de marzo. En 1999, la Unesco lo instauró en la 30ª Conferencia General en París, con el objetivo de apoyar la diversidad lingüística a través de la expresión poética y fomentar la visibilización de aquellas lenguas que se encuentran en peligro.
Autores que mostraron su fascinación por Madrid decidieron llevar al papel algunos versos sueltos tras conocer sus calles, plazas, cafés y también su gente. Así lo demostró Josep Pla, con su famosa frase: "Esta luz, este cielo, estas nubes, son el lujo de Madrid, su cosa más fina".
Otro ejemplo es Lope de Vega. Su casa en la capital es hoy un museo que recrea los ambientes domésticos del Siglo de Oro en el corazón del Barrio de las Letras.
"Madrid; que no hay ninguna villa, en cuanto el sol dora y el mar baña, más agradable, hermosa y oportuna, cuya grandeza adorna y acompaña la Corte de los Césares de España", escribió el conocido como 'El fénix de los ingenios'.
También se encuentra en esta lista Calderón de la Barca, cuyas obras se disfrutan hoy en el Teatro de la Comedia, sede de la Compañía Nacional de Teatro Clásico.
"Yo salí de Granada, y vine a ver, la gran villa de Madrid, esta nueva Babilonia, donde verás confundir en variedades y lenguas el ingenio más sutil", dejó escrito el dramaturgo madrileño.
Madrid también ha sido un personaje más de las novelas de Benito Pérez Galdós, quien se convirtió en "el mejor cronista de Madrid", con obras como 'Fortunata y Jacinta' o 'Misericordia'.
"Ay, qué Madrid este, todo apariencia. Dice un caballero que yo conozco, que esto es un Carnaval de todos los días, en que los pobres se visten de ricos", plasmó Galdós.
El antiguo palacio del marqués de Matallana, construido en 1776 y que ahora alberga el Museo del Romanticismo, cuenta con una colección que custodia la pistola con la que supuestamente se suicidó Mariano José de Larra.
"Escribir en Madrid es llorar, es buscar voz sin encontrarla, como en una pesadilla abrumadora y violenta", expresó Larra sobre la ciudad.
En la Residencia de Estudiantes de la capital, Federico García Lorca coincidió con Dalí y Buñuel, así como con otros artistas y poetas de la Generación del 27. Los tres descubrieron la música jazz en el Rector's Club, ubicado en la planta baja del Hotel Palace.
"Queridísimos padres: Estamos divinamente en la Residencia y ya veis qué suerte tan grande hemos tenido. En Madrid no se puede vivir en otro sitio, pues las casas de huéspedes son nauseabundas y caras, y los hoteles y pisos buenos cuestan un ojo de la cara", plasmó Lorca.
Para finalizar, quien convirtió uno de los salones del mítico Casa Botín --el restaurante más antiguo del mundo, según el 'Guinness World Records'-- en uno de los escenarios de su novela 'Fiesta' tampoco se resistió a compartir su fascinación por la ciudad.
"Madrid rebosa literatura, poesía y música por sus cuatro costados, tanto, que ella misma es un personaje", dijo Ernest Hemingway.