MADRID, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Madrid presenta este martes las tres primeras cesiones de espacios al tejido asociativo siguiendo las políticas de cogestión y concesión que están en marcha en ciudades europeas como París o Ámsterdam.
Será el delegado de Coordinación Territorial y Asociaciones, Nacho Murgui, el encargado de presentar las primeras cesiones a entidades ciudadanas junto a las concejales Rommy Arce (Arganzuela), Jorge García Castaño (Chamberí) y Guillermo Zapata (Fuencarral-El Pardo).
En Arganzuela se cede un local de 1.079 metros cuadrados en el Mercado de Frutas y Verduras de Legazpi, con el Espacio Vecinal Arganzuela (EVA), que reúne a más de trece colectivos e iniciativas, como adjudicataria.
El espacio de Fuencarral-El Pardo cuenta con 805,9 metros cuadrados en el número 84 de la avenida del Cardenal Herrera Oria. La adjudicataria ha sido la asociación Corea de Huntingon Española y engloba a una docena de colectivos del distrito. En Chamberí aún no ha se firmado con los adjudicatarios de un local de 318,5 metros cuadrados en la calle Bravo Murillo, 37-39 H.
Las cesiones responden a las nuevas directrices para la gestión de autorizaciones o cesiones de uso de locales o inmuebles municipales adscritos a los distritos con la intención de establecer criterios objetivos. Estas directrices plantean un cauce para que el tejido asociativo de la ciudad pueda optar democráticamente a un espacio de propiedad municipal donde desarrollar sus actividades.
Las Juntas de distrito identifican espacios en desuso y hacen pública la disponibilidad de estos locales. Después de esa identificación se comunica la publicación de su disponibilidad a las asociaciones del distrito. Desde ese momento, las asociaciones tienen un mes para presentar proyectos que posteriormente evaluarán una mesa técnica y una de participación. Finalmente con estos informes en la mano, la Junta Municipal falla a favor de uno de los proyectos presentados.
Hace un año, cuando Murgui presentó este nuevo mecanismo, abogaba por democratizar la cesión a entidades ciudadanas basándose en criterios objetivos como el arraigo en el barrio, que tengan una trayectoria (no sólo que hayan sido declaradas de utilidad pública ya que también se piensa en las iniciativas emergentes), la cooperación con otras entidades y que tuvieran personalidad jurídica.
"Queremos convertir en derecho lo que hasta ahora era un privilegio que, de algún modo, dependía de la arbitrariedad de la Administración, que cedía el local de manera no regulada", afirmaba el edil entonces.