Estrena con su compañía el 6 de abril en Teatros del Canal 'Latidos', flamenco y danza española con el miedo del artista como hilo argumental
MADRID, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
"No se me va a olvidar en la vida", reconoce la bailaora Belén López sobre la experiencia que supuso compartir el escenario del WiZink Center de Madrid con Depeche Mode el pasado 12 de marzo, una aparición donde acompañó con su baile flamenco el tema 'Enjoy the silence' de la banda británica.
"Yo disfruto desde el momento en que piso un escenario, me comprometo mucho. Ese día me lo llevé al WiZink. Mi compromiso se vino conmigo en la maleta y disfruté el momento. La magia hizo lo demás", ha subrayado la artista en una conversación telefónica con Europa Press con motivo del estreno absoluto en Teatros del Canal del próximo espectáculo de su compañía, 'Latidos'.
Belén López (Tarragona, 1986), destaca la gran cantidad de "mensajes de cariño" que ha recibido desde que se subió al escenario junto a los británicos --una colaboración que surgió en una cena fruto de la idea del promotor musical Pino Sagliocco, explica--.
"Me trataron como a una más", insiste la bailaora, que destaca también el "cariño" y el "calor" de un público que no había acudido precisamente a disfrutar del flamenco, pero que se volcó con su baile, ha remarcado.
'LATIDOS', ESTRENO EL 6 DE ABRIL EN TEATROS DEL CANAL
La artista y su compañía estrenarán este próximo 6 de abril en la Sala Roja de Teatros del Canal su nuevo espectáculo, 'Latidos', con el que esperan girar próximamente y que a través del flamenco y la danza aborda el miedo del artista como hilo argumental.
"Cuando te entra el miedo, lo primero se te va es la fuerza y la creatividad, te va minando. Si le das de comer crece a una velocidad que no eres consciente", explica López, quien como artista reconoce que se ha tenido que enfrentar en más de una ocasión a esa sensación, aunque desde que ejerce también como profesora de danza en la escuela flamenca Amor de Dios, centro señero del flamenco madrileño que celebra 70 años desde su fundación, la ha ayudado a "canalizar" sus miedos a través de los temores que enfrenta en sus alumnos.
Seguidillas, tarantos, cañas, un paso a dos, bulerías, palillos y hasta una farruca con la peculiaridad de ser marcadamente femenina componen este espectáculo en el que Belén López llega a emplear en un momento de la obra un mantón del siglo XIX prestado por Blanca del Rey y que la acompaña en una escena en la que frente a un espejo la artista ve reflejada su niñez.
Junto a Belén López, 'Latidos' cuenta en su elenco con Rapico, Mónica Fernández y Pol Vaquero, acompañados por el cante de Aroa Fernández, Perrete, Piculabe y Eleazar Cerreduela; las guitarras de Carlos Jiménez y Juan Jiménez; el violín de Fernando García Rico, y la percusión de Rafael Jiménez 'el Chispas' --a la sazón esposo de López--, entre otros colaboradores de este montaje de 90 minutos de duración.
Belén López ha enfatizado la importancia de que el flamenco llegue a escenarios como Teatros del Canal, pues que "aunque nazca de la calle y la espontaneidad", se trata de un arte "muy grande" y que "necesita esos espacios". "Te ves muy chiquitita al lado del flamenco", reconoce sobre la complejidad del mismo.
LA CONFLUENCIA DE ARTISTAS FACILITA EL INTERCAMBIO CULTURAL
A su colaboración con Depeche Mode en el WiZink, Belén López suma su reciente actuación en el improvisado tablao en que se convirtió el patio de la Real Casa de Correos de la Puerta del Sol, sede del Gobierno de la Comunidad , durante el acto de celebración, el pasado miércoles 20, de la declaración del flamenco como Bien de Interés Cultural (BIC), una protección brindada por la Administración regional que la artista aplaude al tiempo que subraya la importancia de Madrid en la historia de este género.
"Aquí venían todos los maestros, si quieres aprender más te tienes que venir al mogollón", remarca la tarraconense, quien subraya como esa confluencia de artistas de Andalucía o Cataluña en la capital han facilitado un intercambio cultural, al tiempo que ha defendido la "cualidad impresionante" de Madrid para "acoger muy bien a la gente de fuera", hasta el punto de que considera a esta región y esta capital como su "segunda casa".