MADRID, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Nacional ha condenado este jueves a seis años de prisión al expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa y a cuatro años y medio a su sucesor y presidente de Bankia Rodrigo Rato por los delitos continuados de apropiación indebida y administración desleal por el uso que hicieron con su tarjeta black.
En una sentencia dada a conocer este jueves --que contiene 259 folios y de la que ha sido ponente la magistrada Teresa Palacios-- la Sala de Lo Penal condena a los restantes 63 exaltos cargos y directivos en calidad de colaboradores a penas que van de entre tres meses a seis años de cárcel.
La Sección Cuarta destaca que en el caso del exdirector general de Medios de Caja Madrid Ildefonso Sánchez Barcoj, a quien le impone dos años y seis meses fue colaborador y además cómplice de esta práctica que nació bajo un acuerdo del consejo de administración de la caja el 24 de mayo de 1984 y con la que gastaron un total de 15 millones de euros entre 1999 y 2012
Los hechos probados de la sentencia describen la operativa dirigida por Blesa y después por Rato y que fue llevada a cabo por el entonces Director General de Medios Ildefonso Sánchez Barcoj. Él comunicaba los nombres de los usuarios, los límites operativos mensuales y anuales, autorizaba las ampliaciones de esos límites y de los que dispondrían de código PIN.
Por esta razón el tribunal le considera no solo colaborador de un delito continuado de apropiación indebida sino también cómplice de la mecánica descrita, y de "contener bajo su control y al margen del conocimiento de terceros distintos de los usuarios de las tarjetas de las que disfrutaban los miembros de los dos órganos de gobierno, dando de este modo cobertura a la merma del caudal de la entidad por la atención a los intereses lucrativos de sus beneficiarios".
TARJETAS EXCLUSIVAMENTE DE REPRESENTACIÓN
La Sala concluye que este sistema nace bajo la presidencia de Jaime Terceiro --que declaró como testigo en la vista oral-- para dignificar las retribuciones de los consejeros a través de una tarjeta VISA que vendría a complementar las dietas que ya recibían. Concluye que los plásticos se entregaban con un límite mensual y como compensación de los esfuerzos y dedicación a la entidad.
Posteriormente en 1995, con la incorporación de nuevos consejeros Terceiro informó de que esas tarjetas VISA eran exclusivamente para gastos de representación, en el desempeño de su función de consejeros.