MADRID, 10 May. (EUROPA PRESS) -
La candidata de Más Madrid ciudad y alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, se ha declarado "valiente", cogiendo el guante que le ha lanzado su compañero de cartel, Íñigo Errejón, se define "reservona, como hacen los seleccionadores" deportivos en torno al papel que puede llegar a jugar el candidato socialista, Pepu Hernández, en un hipotético gobierno de Más Madrid y se ha emocionado hasta el punto de quebrársele la voz cuando ha recordado las llamadas de los migrantes a sus madres.
Carmena ha comenzado la campaña electoral con un desayuno informativo, en el que ha sido presentada por Errejón. Ha empezado diciendo que sí, que se ve valiente y que es algo que le viene desde la infancia porque ella se asignó ese papel para diferenciarse de su hermana, que es "guapísima, la más guapa de la clase". Por eso, su hermana siempre hacía de virgen en las funciones navideñas del colegio y ella se tenía que conformar con ser "una pastora de tercera".
"Era feílla, del montón. Ella era la guapa y yo la valiente. A las dos nos daban miedo los perros pero yo me aguantaba", ha recordado. Todo eso para remarcar que "la niñez es determinante", también incluso cuando se llega a "superadulta", el concepto que le ha sugerido la número doce de su lista, Maysoun Douas, para referirse a la vejez.
LA MODA DE LOS OBJETOS EN LOS ATRILES DE LOS DEBATES
Es por eso que en el Ayuntamiento "se han volcado con la infancia", ha destacado. Un ejemplo es la red de escuelas infantiles municipales, cuestión que ha sacado a colación en la rendición de cuentas que cree que debe hacer en campaña, más allá de "los debates crispados, en los que parece estar de moda poner objetos encima de los estantes".
Además, ha abogado por reformar el reglamento del pleno municipal para que el gobierno dé cuenta de lo realizado en el mandato al inicio de la campaña para que la oposición pueda actuar en consecuencia.
Uno de los momentos más emotivos del desayuno ha sido cuando ha relatado las características de la Tarjeta de Vecindad. Ha reconocido que se emociona cuando los migrantes preguntan si se les puede dejar un teléfono móvil para llamar a sus madres, pregunta que ha hecho en francés. "Les dicen 'madre, estoy vivo. Gracias España y gracias Madrid. Estoy vivo'. Eso es un orgullo enorme", ha dicho con la voz rota.