La madre solicita al juez que interrogue a varios testigos para demostrar su inocencia
MADRID, 26 Jul. (EUROPA PRESS) -
El juez Javier Abella, titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Colmenar Viejo, avanza en la investigación contra el médico investigado por presunto maltrato a sus ocho hijos y está centrando las pesquisas en indagar sobre el estado psicológico de los menores.
Desde hace unos días, el magistrado cuenta sobre su mesa con un informe emitido por el Centro de Intervención en Abuso Sexual Infantil (CIASI) de la Comunidad de Madrid sobre los síntomas advertidos en relación a dos de las hijas mayores, entre ellas la que denunció en el colegio el supuesto calvario que se vivía en el domicilio familiar.
El médico y su esposa fueron detenidos el pasado mes de marzo por presuntamente maltratar a los menores. Tras comparecer ante el juez, se les dejó en libertad provisional. El investigado es médico de urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid. El expediente sancionador que se le abrió se encuentra paralizado a la espera de que haya una sentencia firme en el caso.
En las exploraciones judiciales, las hijas mayores han hablado de presuntos episodios de violencia hacia ellas y hacia su madre, un extremo que niega tanto el padre como la madre, defendidos por el despacho Ospina Abogados. Una de las menores comentó incluso que su padre le habría dislocado la clavícula en uno de sus golpes.
En un escrito, al que tuvo acceso Europa Press, la abogada de la madre solicita al juez que tome declaración a una vecina del matrimonio con la finalidad de que se la interrogue acerca de en qué estado estaban los menores, si escuchaba gritos o si les veía marcas.
De igual modo, pide que comparezca la madre de una de las menores que iba a la misma clase del hijo mayor de la pareja; una de las profesoras de religión de los niños; y el director de una academia de estudios donde acudían los menores.
Estas testificales fueron ya denegadas por el instructor, una circunstancia que la letrado Beatriz Uriarte impugna al considerar que "la única salida posible pasa por escuchar a testigos que, sin haber presenciado directamente lo acontecido, sí puedan referir otros hechos que, inferencialmente, sirvan para demostrar la inocencia de mi representada".
"ELEVADA AFECCIÓN EMOCIONAL"
Por otro lado, en el informe del CIASI, al que tuvo acceso Europa Press, los especialistas señalan que se detecta en las hijas mayores una "elevada afección emocional" vinculada a la situación sociofamiliar y al proceso judicial, por lo que informan al juez que, debido al daño percibido y en aras a evitar una revictimización, se deben de respetar los tiempos psíquicos de ambas durante el tiempo de valoración.
En otro escrito del CIASI, se traslada al magistrado que los centros de acogida donde residen de forma temporal los hermanos les informan de que los niños más pequeños no presentan "ni relato ni indicadores de posible ASI que motive su derivación" a este centro.
El pasado junio, el instructor interrogo a las psiquiatras de dos de los hijos más pequeños del médico, quienes no detectaron que sufrieran vejaciones o golpes a manos de su progenitor. Según su testimonio, nunca advirtieron que los niños sufrieran malos tratos ni ningún tipo de vejación.
La Guardia Civil acusa al matrimonio de maltratar a sus ocho hijos, a quienes obligaban a "malvivir" en una habitación, teniendo prohibido pisar el salón. Los menores eran castigados mediante maltrato físico o dejándolos a la intemperie en el patio de la vivienda.
El pasado 20 de marzo, el Equipo de Policía Judicial de Colmenar llevó a cabo una entrada y registro del domicilio. En dicho registro también participaron el Fiscal de Guardia, Agentes tutores de la Policía Local de Colmenar Viejo, Servicios Sociales y agentes del Equipo Mujer Menor (EMUME) de la Comandancia de Madrid.