También del hilado del esparto, de 'Sansón y el león' de Rubens; de La Asunción en Valdemorillo y de la villa romana de La Torrecilla en Getafe
MADRID, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Comunidad de Madrid ha iniciado los expedientes para declarar Bien de Interés Cultural (BIC), entre otros, de la Feria del Libro de Madrid y de la Quinta de los Molinos en la capital, según recoge este miércoles el Boletín Oficial de la Región (BOCM).
Después de que el consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Mariano de Paco, anunciara durante la inauguración de la 83 edición de la Feria el pasado 31 de mayo la intención del Gobierno autonómico de declarar esta cita con el libro como BIC, en la categoría de Hecho Cultural, el BOCM publica este miércoles la incoación del expediente.
Ya entonces, Mariano de Paco destacó que se trata de "un evento cultural de carácter popular" que se desarrolla con periodicidad anual en la capital con el objeto de "promover el libro y la lectura".
"Es un encuentro de los autores con sus lectores, hecho que se ha mantenido a lo largo de toda su historia desde su primera celebración en la primavera de 1933 hasta nuestros días, lo que incrementa su valor y justifica plenamente su protección como Bien de Interés Cultural inmaterial", explicó.
En la resolución de la Dirección General de Patrimonio Cultural y Oficina del Español, fechada el pasado 6 de junio, se subraya precisamente que la Feria del Libro de Madrid "es un acto social y festivo que tiene su origen y destino en la promoción del libro y la lectura", en el que "tienen protagonismo y cooperan todos los actores de la cadena del libro, siendo considerado por los ciudadanos de Madrid parte de su Patrimonio Cultural".
Tras señalar las acciones que el propio evento realiza cada año para matener el interés por la lectura de los ciudadanos y minimizar su impacto en el Parque de El Retiro que la acoge, en la resolución se subraya que "para asegurar la salvaguardia del valor de la Feria del Libro de Madrid como Patrimonio Cultural Inmaterial" sería conveniente, además de continuar con estas medidas, "poner en marcha actuaciones dirigidas a la conservación de la documentación histórica de la Feria, tanto documental como fotográfica y gráfica; con una adecuada labor de archivo físico y digital".
Asimismo, insta a "continuar con la recogida de datos en futuras ediciones y asegurar el mantenimiento adecuado de la página web que le sirve de escaparate público".
QUINTA DE LOS MOLINOS
En otra resolución la Comunidad de Madrid ha incoado también el expediente de declaración como BIC en la categoría de conjunto histórico de la Quinta de los Molinos, emplazamiento con una superficie de 21,26 hectáreas en el distrito de San Blas-Canillejas de la capital.
Esta quinta, que recibe su nombre por los singulares molinos de viento traídos de Estados Unidos en los años 20 del siglo XX para extraer agua de los pozos, ofrece una variedad de paisajes, edificaciones y elementos patrimoniales que dan forma a la particular visión de su creador en cuanto a la relación de la ciudad con el territorio.
Entre los elementos construidos de la Quinta, la casa (llamado Palacete de Cort), una edificación aislada situada en la parte más alta de la parcela, domina, como es habitual, el paisaje circundante, dirigiendo la visión hacia los extensos jardines y las vistas panorámicas.
Su doble fachada, una orientada hacia los jardines y otra hacia el núcleo urbano, representa un ejemplo de un tipo de solución característica de las quintas promovidas por la burguesía en el siglo XIX.
La edificación que se ve hoy, denominada Palacete de Cort, es el resultado de las reformas realizadas por el autor en los años 1939 y 1954 sobre una estructura anterior. El edificio original, de ladrillo visto, parece una reinterpretación racionalista de la arquitectura de la cercana finca de Torre Arias. Las obras de después de la guerra transformaron el aspecto del palacete, acercándolo a ejemplos internacionales y convirtiéndolo en uno de los pocos ejemplos de arquitectura secesionista tardía de la capital.
En 1943, y debido al estado en que había quedado la casa tras la Guerra Civil, se inició un proyecto de reforma y ampliación en el que se incluía una portería y un frente construido en la carretera de Aragón, hoy calle de Alcalá, que reafirmaba el estilo Secesionista del edificio principal. En ese momento se proyectó también uno de los elementos más significativos del recinto, la pista de tenis.
CONSTRUCCIONES DEL RECINTO
En la Quinta existían otras construcciones, antiguas casas de labranza, en principio destinadas al alojamiento del servicio y almacenes. Posteriormente estos edificios fueron unidos y reformados conformando la 'casita de abajo', hoy conocida como la Casa del Reloj, que fue empleada por César Cort, su promotor, como vivienda más sencilla en sus últimos años de vida.
A lo largo de los años se añadieron un total de doce fincas, hasta completar las 29 hectáreas que llegó a tener la Quinta de los Molinos. Pero en 1954 una franja importante fue expropiada para construir viviendas para los trabajadores de la Empresa Nacional de Autocamiones ENASA, empresa fundada por el Instituto Nacional de Industria y cuyo presidente era el Marqués de Suances.
La expropiación derribó el muro de cerramiento de la finca en todo su lado este, y supuso una pérdida de 3,61 hectáreas de superficie. En 1955, Cort realizó una cesión gratuita de 6.456 metros cuadrados adicionales en la esquina sureste de la Quinta. Este solar nunca se llegó a edificar y se ocupó más tarde con pistas deportivas.
El 17 de septiembre de 1980 se firmó un convenio en el que se establecieron las condiciones de edificabilidad y se acordó que el palacete y su entorno estarían reservados para equipamiento cultural y social. La entrega efectiva de la finca se produjo el 2 de julio de 1981 y la apertura al público el 29 de marzo de 1983.
Junto a la Feria del Libro de Madrid y la Quinta de los Molinos, el BOCM de este miércoles recoge también la incoación de nuevos expedientes de declaración como BIC para el hilado tradicional del esparto como Patrimonio Inmaterial; la pintura 'Sansón y el león', obra de Pedro Pablo Rubens; la iglesia parroquial de La Asunción de Nuestra Señora en Valdemorillo, en la categoría de Monumento, y la villa romana de 'La Torrecilla', en Perales del Río (Getafe), en la categoría de Zona Arqueológica.