Con el agua 'regenerada' se baldean calles, se riegan parques e incluso se produce papel reciclado
MADRID, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Comunidad de Madrid destaca su sistema de reutilización del agua del Canal de Isabel II como ejemplo de economía circular para Europa, en un momento en el que el Parlamento europeo ha pedido que el plan de acción para la economía circular presentado por Bruselas sea más ambicioso y contemple objetivos vinculantes en materia de huella ecológica, alineado con el objetivo de neutralidad climática marcado para 2050, y con metas vinculantes para 2030, que cubran el ciclo completo de todas las categorías de productos comercializados en la UE.
Según defiende el informe aprobado por el pleno de la Eurocámara esta semana, el objetivo es establecer estándares específicos y contribuir al plan de economía circular de la Comisión, y esto pasa porque los productos producidos en la UE contengan material reciclado y sean fabricados con un uso eficiente de recursos y energía.
En esa línea, la regeneración de aguas residuales para su posterior reutilización es una de las grandes apuestas de futuro de la empresa pública Canal de Isabel II, ha indicado a Europa Press la consejera de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad, Paloma Martín. La empresa pública encargada de gestionar el ciclo del agua lleva concediéndoles una nueva oportunidad a las aguas residuales desde 2007.
El agua residual procedente de las viviendas o de las actividades industriales se transporta a través de las redes de alcantarillado hasta las estaciones depuradoras. Allí, se somete a unos procesos de saneamiento que permiten devolverla a los ríos o arroyos en condiciones óptimas para el medio ambiente. Durante la depuración, se eliminan desperdicios, grasas flotantes y, en general, todos los elementos gruesos que pueda contener el agua, además de los materiales decantables y la materia orgánica.
Sin embargo, este proceso puede ir un paso más allá en busca de una mayor eficiencia. Así, en buena parte de sus depuradoras, Canal de Isabel II somete el agua residual a un tratamiento adicional, llamado tratamiento terciario, que adecúa la calidad del agua depurada para que pueda emplearse en usos no relacionados con el consumo humano.
VALOR AÑADIDO Y AHORRO DE CONSUMOS
"Esta agua, a la que se le incorpora el apellido 'regenerada', sirve para el baldeo de calles, el riego de parques públicos o campos de golf e, incluso, para usos industriales, así la papelera International Paper, por ejemplo, produce papel reciclado a partir de agua reciclada que le suministra Canal de Isabel II", destaca la consejera.
Gracias a las posibilidades que ofrece, el agua regenerada adquiere un enorme valor añadido, pues su producción contribuye al incremento neto de la disponibilidad de agua natural en la región. Y es que al utilizar agua regenerada se evita consumir agua potable, lo que permite alcanzar cotas de ahorro realmente elevadas, destaca.
Desde que comenzara a producirla en sus instalaciones, Canal ha podido ahorrar más de 133 millones de metros cúbicos de agua, un volumen superior a la capacidad del embalse de Valmayor, el segundo mayor de la región.
En la actualidad, la compañía cuenta con una treintena de plantas para la producción de agua regenerada. Esta se distribuye a través de una red de más de 650 kilómetros. Gracias a estas infraestructuras, en 2020 Canal de Isabel II suministró 13,13 hectómetros cúbicos de agua regenerada a los 25 municipios madrileños que cuentan con este servicio, entre los que también se encuentra la capital.
En todo caso, las perspectivas de Canal son de crecimiento, pues la compañía está en contacto con otros ayuntamientos de la región para extender en ellos la red de agua reutilizada y, por consiguiente, el número de zonas suministradas. Hoy en día, con el agua regenerada que produce Canal se riegan 350 parques y zonas verdes de la región, además de 11 campos de golf. En total, algo más de 2800 hectáreas de terreno.
AGUA REGENERADA PARA CUIDADO AMBIENTAL DE RÍOS
Más allá de su uso para riegos, Canal aprovecha al máximo su capacidad de producción de esta agua regenerada para, incluso cuando no hay demanda, mejorar la calidad de los cauces receptores, vertiendo a ellos el agua con este tratamiento extra a la depuración tradicional. Por ello, y gracias a esta iniciativa, el pasado año vertió 112,78 millones de metros cúbicos de agua regenerada a los ríos madrileños.
Toda la producción de agua regenerada de Canal supuso en 2020 cerca de 126 hectómetros cúbicos de agua a los que se le dio una doble vida y con los que se mejoró el medio ambiente. Así, la apuesta por la regeneración de agua reporta beneficios medioambientales en una doble vertiente: por un lado, contribuye a mejorar la calidad de los ríos; y por el otro, alivia la presión sobre los embalses, contribuyendo a una gestión más racional y sostenible del agua potable.
El uso de agua regenerada se ha convertido en una fuente alternativa de suministro de agua incluyéndose en las principales estrategias internacionales, europeas y nacionales.
Un ejemplo de ello es el Objetivo de Desarrollo Sostenible sobre el Agua (ODS 6), promovido por la ONU, que se dirige especialmente a un aumento sustancial del reciclaje y reutilización segura del agua a nivel mundial de cara al 2030. Una línea estratégica en la que sin duda trabaja Canal de Isabel II.